viernes, 1 de agosto de 2008

Bolivia Amenazada

El cielo del cóndor abre de par en par
las puertas del Tiawanaku
por donde pasa la tempestad.

Despierta mi pueblo andino y al despertar
conmueve la luz del siglo
su grito macho de libertad.

Allá en los valles dormidos la soledad
está preñada de furia
y al rojo vivo como un volcán.

Ardiendo están las raíces
ardiendo están las ramas del árbol nuevo
la llamarada continental.
El cóndor vuelve
(Armando Tejada Gómez - Eduardo Aragón)


EL MAPA DE BOLIVIA DESPUES DEL
REFERENDUM REVOCATORIO DEL 10/08/08



« Últimas noticias »

Porvenir y Filadelfia serán palabras que al confinado y acusado por homicidio masivo Leopoldo Fernández Ferreira no le dejarán dormir (de por vida), por dos motivos inmediatos: 1) Resistirse al urgente Estado de Sitio en Pando; 2) Convocar a “milicias armadas” del estatal Servicio Departamental de Caminos-SEPCAM (¿?) que acribillaron (así como se lee) a campesinos, indígenas, mujeres y niños, como lo hacía el tenebroso Ku Klus Klan con los negros estadounidenses.

Hay una característica, peculiar y arraigada, en la personalidad y acción política de Fernández, un auto-convencido “cacique”, como le bautizaron algunos indulgentes (crédulos) periodistas, sin indagar que pasa en Cobija y en Pando.

Leopoldo Fernández Ferreira se mostraba, hasta hace muy poco, como un “cacique a la antigua”, casi feudal (desubicado en la Bolivia del siglo XXI) como si fuera dueño de tierras, frigoríficos, voluntades personales, ganado, plantaciones de castaña, autoridades, y representantes regionales. Para él eran lo mismo, todo lo podía comprar. Lo dijo clarito el senador pandino Abraham Cuellar: “En Pando jamás surgieron voces en contra, porque Leopoldo Fernández las compra”. Por tanto, no había oposición. Cuellar lo sufrió en carne propia, cuando en noviembre de 2007, partidarios del (aún) Prefecto quemaron la casa del senador disidente y pusieron en riesgo su vida; todo por apoyar la creación de la Renta Dignidad.

Es algo cíclico: Fernández paga para acallar al opositor, si no lo amenaza-amedrenta y finalmente, manda a matones pagados que no faltan. ¿De dónde viene esta conducta? Fernández fue funcionario de varios dictadores:
1) Con Luis García Meza (1980-1981), y con la “Junta Militar de Gobierno” compuesta por Celso Torrelio y Guido Vildoso (1981-1982) fue director del Instituto Nacional de Colonización en Pando.
2) con Hugo Bánzer-Jorge Quiroga (1997-2002) fue parlamentario, prefecto y Ministro de Gobierno, según el Directorio del Congreso Nacional 1997-2002. Ello le valió el acertado calificativo de “ultra-derechista explícito” (pro dictaduras).

El ahora decaído “cacique” hizo fortuna. Sus vecinos en Cobija saben que no pudo concluir sus estudios de Ingeniería Civil, ni de Ciencias Políticas en la UMSA, fue gerente de empresas como Peti Ray (1974) e Indusas (1978), y tuvo una prolífica carrera política, en la que combinó prebenda, imposición y amedrentamiento. Demostró ser aventajado alumno de García Meza y Bánzer (la crema dictatorial boliviana de los ‘70 y ‘80).

Los cobijeños saben también que es uno de los mayores productores de castaña, y tiene un frigorífico (construido e instalado a 12 Kilómetros de Cobija, en la Zona Franca y en actual estado de ‘elefante blanco’) pues no hay suficientes vacas para procesar. Se sospecha, con fundamento, que esa fortuna se origina en la forma cómo Luis García Meza (ex dictador recluido en Chonchocoro, sin derecho a indulto) pagaba a sus leales funcionarios regionales (civiles y militares): con el regalo de grandes extensiones de tierra a cambio de callar–silenciar–aumentar la represión dictatorial.

Hoy, el desaforado prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, es el chico nuevo de la cárcel paceña de San Pedro. Su situación penal se complica, ya que el juez quinto de Instrucción en lo Penal de La Paz, Williams Dávila, decidió juzgarlo por “terrorismo”. Hay claros indicios de que Leopoldo Fernández envió a empleados de la Prefectura para “frenar”, según él, la marcha de mil familias campesinas que estaba a 30 kilómetros de su destino, Cobija, capital pandina. Allí iban a deliberar sobre los actos de violencia promovidos por militantes de la autonomía departamental. Ayer, con el hallazgo de un niño de dos años y su padre en el monte, subió a 17, la cifra de asesinados entre el 11 y el 14 de septiembre en los municipios de Porvenir y Filadelfia.

El juez Dávila, candidato a fiscal general de la República, evaluó que lo mejor era encerrar al ex ministro de Gobierno de Hugo Banzer. “Con el poder que tiene en Pando, podría influir negativamente sobre los partícipes, testigos o peritos, a objeto de que informen falsamente o informen verdaderamente sobre los hechos”, dijo en la audiencia.

La Corte Suprema de Justicia ordenó ayer la investigación del desempeño del Dávila en este caso. Advirtieron que si encuentran un error en el proceso, el candidato a fiscal general sería acusado de “prevaricato”.

Miles de campesinos e indígenas continúan el cerco a Santa Cruz por tres vías: En la ruta que va a Argentina bloquean la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) y la Federación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Santa Cruz (Fsutc-SC). En las carreteras que van a Cochabamba y Beni hay campesinos de estos departamentos, cruceños y paceños. En Yapacaní había 12 mil bloqueadores, varios armados, con ánimo de avanzar pacíficamente a Santa Cruz para pedir la renuncia del prefecto Rubén Costas. Ante la masiva devolución de 26 edificios públicos efectuada por los cívicos y la Prefectura, se calmaron.

Y miraron hacia Cochabamba, donde el gobierno y la Media Luna buscan reconciliarse, con modificaciones a la nueva Constitución mediante. “Si el presidente mueve una letra del nuevo texto constitucional, la marcha va a volverse contra él”, dijo el tacana Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), cuya sede había sido ocupada por los cívicos.



VEA TAMBIEN:

Los dueños de la media luna





« Collas de mierda »

El excelente documental de Emilio Cartoy Díaz, Bolivia para todos, que emitió Canal 7 y que sigue circulando en debates y encuentros para analizar la crisis que se agudizó radicalmente esta semana, permite tomar nota sensible de lo que las palabras y las fotos no llegan a transmitir. Las notas de la televisión tampoco. Cabe preguntarse ahora que las papas queman y hay muertos, desde dónde se mira la crisis boliviana. Los noticieros hablan del tema de una manera pasteurizada, como si se tratara de 'querer' o 'no querer' a Evo Morales, presidente legítimo y relegitimado.

Uno de los hallazgos del documental es haber registrado no sólo el aquelarre del racismo más repugnante, sino la manera en que la propia televisión boliviana fue adaptándose para informar sobre la rebelión de los departamentos 'blancos'. Un docente que vio el documental me decía el sábado que se había sentido estúpido de pronto, al advertir que había 'comprado' la información en sachet que dan los grandes medios: se había hecho la idea de que Santa Cruz, Pando, Beni, Cochabamba, en fin, los lugares desde los que se reclama la autonomía, eran 'opositores en bloque', territorios ficticios en los que el rechazo a Morales brotaba de mayorías con otras ideas e intereses. Y precisamente porque en cada uno de esos departamentos hay miles y miles de partidarios de Evo Morales que están siendo censurados, perseguidos, amenazados y ahora asesinados, como los militantes de Pando, es que la crisis tiene otra cara, una mueca monstruosa que sin embargo no sale por tevé.

En el trabajo de Cartoy Díaz también se puede ver cómo la pantalla partida de la televisión boliviana comenzó a producir un efecto erosionante del poder presidencial. Normalmente, cuando habla un presidente su investidura reclama la pantalla entera. No fue eso lo que le cedió la televisión, que comenzó a dividir los planos y a incluir ventanas en las que, al mismo tiempo que se veía a Morales, se veía también a los prefectos de Santa Cruz o Cochabamba diciendo lo suyo. La pantalla se desmembró antes que el país. La pantalla fue la primera en bajar la estatura presidencial. Y esa pantalla nos recuerda otras pantallas partidas. Que cada cual recuerde.

El desprecio sin fondo que los bolivianos blancos sienten por los collas y por las diferentes etnias originarias del país es una herramienta política que tiene como objetivo y presa el capital. En ese sentido, no hay desprecio histórico sin botín en el medio. Los sentimientos colectivos de manipulación, doblegación y exterminio siempre han servido de impulso para que los portadores del odio puedan quedarse con todo.

El racismo, en fin, es apenas un instrumento económico. Pero sostenerlo, sentirlo, experimentarlo, demanda una preparación de siglos que permanece intacta. Las que hoy tratan de imponerse en Bolivia son subjetividades melladas en su forma y fondo por una visión del Otro Degradado, expropiado de sus derechos y reivindicaciones.

¿La democracia? Una excusa reemplazable por alguna otra forma de gobierno que deje cada cosa en su lugar.

'Fuera collas de mierda', rezaba una pared en Santa Cruz. No era sólo una pared. Eran muchas paredes. Eran gritos también. Mucha gente como la gente gritando 'fuera collas de mierda'. Lo que se cocina en Bolivia no es sólo un golpe de Estado en alguna de sus formas posibles. No es sólo un intento desesperado de los dueños del dinero por retener sus privilegios y su statu quo. Es un extracto de infamia, una muestra del veneno histórico inoculado año tras año en un país que hasta hace poco tenía un presidente que no hablaba bien el castellano, y no porque fuera colla.
La cocina ideológica y emocional de la reacción contra Evo Morales hace pensar en que cada crimen que tuvo o tenga lugar en Bolivia es de lesa humanidad.

"Collas de mierda"
Los ecos que llegan desde Bolivia:
de un racismo inadmisible e implacable.

por Sandra Russo
(septiembre 08) Página 12



Candidato presidencial 2002

Un poco de Historia

En una primera tentativa de ganar el poder, en 2002, Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) elaboraron un programa de vocación nacional, como la convocatoria de una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna y una política nacional de hidrocarburos aún por determinar. En particular, el MAS no quería que el gas tarijeño se vendiera a Chile, en tanto el país vecino no se aviniera a negociar la restitución del acceso oceánico, la franja de Atacama, que le fue arrebatada a Bolivia como resultado de la Guerra del Pacífico, o del Salitre, en 1879.

Cuatro días antes de las elecciones, el entonces embajador estadounidense Manuel Rocha, diplomático muy aficionado a entrometerse en los asuntos internos del país anfitrión con mensajes de orientación política y apodado por ello el Virrey, se permitió recordar a los bolivianos que si elegían "a los que quieren que Bolivia vuelva a ser un exportador de cocaína importante, ese resultado pondrá en peligro el futuro de la ayuda de los Estados Unidos". La injerencia, lo único que consiguió fue dar más votos a Morales, quien respondió al embajador dándole "las gracias" por su exhortación.

El rendimiento electoral del candidato y su partido fue óptimo, por no decir espectacular y asombroso: en las presidenciales, Evo Morales alcanzó el 20,9% de los votos, 1,6% detrás del ganador Sánchez de Lozada.
En las legislativas, el MAS sacó el 11,9%, lo que se tradujo en 27 diputados y ocho senadores, convirtiéndose en la segunda fuerza parlamentaria detrás de la alianza del MNR y el Movimiento Bolivia Libre (MBL). Los masistas irrumpieron con tanta fuerza en el sistema de partidos que fueron los más votados en los departamentos altos de La Paz, Oruro y Potosí, amén del bastión de Cochabamba.

Morales se presentó también a diputado y en esta elección ganó el escaño por su circunscripción con el 81,3% de los sufragios. "Orgullosos de nuestra cultura, con nuestra vestimenta y con nuestra coca, por primera vez en nuestra historia, campesinos, indígenas y originarios ingresamos al Parlamento Nacional."


Bajo el lema
« contra la erradicación de la coca, para la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria de una Asamblea Constituyente », el MAS junto a otras organizaciones sindicales y sociales, luego en febrero de 2003, se opuso frontalmente al impuestazo, el nuevo gravamen directo, progresivo y no deducible, de hasta el 12,5%, con el que el Gobierno esperaba recortar el déficit fiscal. Los días 12 y 13 de febrero de 2003, La Paz y sus alrededores fueron verdaderos campos de batalla que enfrentaron a miles de manifestantes, policías en huelga y soldados encargados de imponer el orden. Las refriegas, de inaudita violencia, se saldaron con 33 muertos y dos centenares de heridos.

A comienzos de octubre, por causa de la decisión del Gobierno, de que el gas de Tarija fuera explotado por un consorcio internacional, nuevas manifestaciones, paros cívicos y cortes de vías empezaron a colapsar La Paz, mientras que en El Alto, a 14 Km. del centro de la capital, los violentos choques entre los movilizados y las fuerzas policiales y militares fueron dejando un reguero de muertos. El Gobierno habló de un proceso de "golpe de Estado", pero no se atrevió a declarar el estado de sitio, mientras que la Iglesia católica y diversas ONG denunciaron "una verdadera masacre".



SANCHEZ DE LOZADA
El 13 de octubre Sánchez de Lozada anuncio en suspenso los planes sobre el gas y convocaba a un diálogo nacional. Morales y los otros líderes de la protesta rechazaron el dialogo: lo que el presidente tenía que hacer ahora era abandonar el poder. La dramática jornada del lunes 13 de octubre terminó con 28 muertos, casi todos producidos en la urbe alteña, lo que elevaba a 63 las víctimas mortales producidas en el último mes en todo el país.

El 17 de octubre de 2003, tras enviar una carta de renuncia al Congreso, Gonzalo Sánchez de Lozada burló sin dificultad el dispositivo de vigilancia improvisado por los enardecidos seguidores de Morales en torno al Palacio Quemado. Esta misma noche, el ya ex mandatario tomó en Santa Cruz de la Sierra un avión que le condujo a Miami, primera parada de su exilio en Estados Unidos.

A la misma hora, en La Paz, el Congreso Nacional formalizo la investidura del vicepresidente Carlos Diego Mesa Gisbert, aceptable a la oposición porque cuatro días antes había decidido retirar su apoyo al presidente
"porque los acontecimientos se han venido desencadenando ininterrumpidamente con un coste de vidas humanas que mi conciencia de ser humano y de vicepresidente, y de hombre comprometido con la ética, no puede tolerar".

Carlos Mesa, quien quería "romper los escenarios de confrontación" que habían llevado el país al caos, proponía la convocatoria de un referéndum "vinculante" sobre la cuestión del gas, la modificación de la Ley de Hidrocarburos para permitir recaudar más al estado y el lanzamiento de la Asamblea Constituyente.

Con eso, Morales y los demás líderes opositores le concedían una tregua social de 90 días al nuevo presidente. Pero la suerte de Carlos Mesa estaba echada. Entre un congreso que vacilaba en aprobar las reformas propuestas por el presidente y las masas radicalizadas en la calle, Evo Morales, no quedó a la zaga de la CSUTCB, la Fejuve, la COB y demás organizaciones sociales y laborales que demandaban la recuperación por el Estado del gas y el petróleo sin consideraciones de ningún tipo con las compañías privadas, y jugó un papel determinante.

El 5 de diciembre de 2004, en un ambiente caldeado por la emergencia de las movilizaciones callejeras, el estallido de unas bombas de naturaleza claramente terrorista y la denuncia por Morales de que las Fuerzas Armadas y la Embajada estadounidense estaban preparando un golpe de Estado, se celebraron elecciones municipales y el MAS, por primera vez, fue la fuerza más votada con el 18,4% de los sufragios en todo el país. Su retroceso de más de dos puntos en relación con las presidenciales de 2002 quedó eclipsado al ser la única fuerza que crecía con respecto a las municipales de 1999: todos los partidos importantes del centroizquierda, el centro y la derecha cayeron en picada.

Cuando en mayo de 2005 la Cámara de Diputados, al tratar de la nueva Ley de Hidrocarburos, no recogió el deseo que las regalías fueran del 50%, deseo que a estas alturas ya era una exigencia indeclinable para el MAS, Morales arengó la enésima tanda de protestas antigubernamentales, en las que decenas de miles de indígenas, campesinos y mineros protagonizaron marchas, paros y bloqueos.

Ante la imposibilidad de contener el pandemónium que se había adueñado del país, Mesa dimitió con carácter irrevocable el 7 de junio.

La noche del 9 de junio, en un desenlace reclamado por el MAS y sus aliados, y asumido también, en aras de la paz social, por las Fuerzas Armadas, la Iglesia católica y el propio Mesa, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, un juez cuyo apoliticismo debía facilitar la distensión que el país urgentemente necesitaba, fue designado el nuevo presidente de la nación.

En un clima inmejorable para la realización de sus expectativas, Evo Morales y los suyos se prepararon para las elecciones con el lema « Somos pueblo, somos MAS ».

El 18 de diciembre de 2005 bajo las banderas de la nacionalización de los hidrocarburos y la abolición del sistema neoliberal, Evo Morales ganó la presidencia con un impresionante 53,7% de los votos, con una participación del 84,5% del electorado nacional.



"La política es la ciencia para servir al pueblo y nosotros vivimos para la política y no vivimos de la política. Ha llegado la hora del cambio, de la esperanza, de un futuro mejor para nuestros hijos y para nuestros nietos."








Desterrado Evo Morales en su propia tierra

En la emblemática fecha del aniversario 183 del Día de la Independencia, el presidente boliviano Evo Morales no pudo presentar su informe nacional en la capital constitucional del país, que lleva el nombre del Libertador de Bolivia, el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Según Evo, él no estará en Sucre “para no dar motivos a un eventual enfrentamiento entre bolivianos que podría terminar con graves consecuencias”, debido a que las autoridades de Chuquisaca-Sucre respaldan las provocaciones de grupos violentos contra su gobierno.

A su vez, la sesión de honor del Congreso Nacional en Sucre, prevista por el día de la fundación del país, fue suspendida por el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, dado que no se podía garantizar las condiciones de seguridad física de los parlamentarios, funcionarios estatales e invitados diplomáticos.

Por la misma razón fue cancelada la cumbre de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Argentina, Cristina Fernández y de Evo Morales, en Tarija. Los fuertes ataques contra las delegaciones de avanzada de los tres presidentes, organizados por los separatistas de Tarija, motivaron la cancelación de la visita de Chávez y Fernández, desde Buenos Aires.

El significado de estos tres eventos es muy claro. El Presidente legítimo de la República de Bolivia es una especie de desterrado o expatriado en la mayoría de las provincias de su propia tierra a las cuales sólo puede ir, cuando la oligarquía lo permite. En una analogía formal con el lenguaje de la guerra irregular tendríamos que decir que la contrarrevolución ha conquistado “zonas liberadas” en las cuales el gobierno central no puede entrar; es decir, ha establecido un Estado dual periférico paralelo al Estado central del altiplano.

La esencia del conflicto en Bolivia es el choque entre el poder fáctico y el constitucional, entre la alianza oligárquica-imperial y el gobierno de Evo. Cuando el poder fáctico desconoce el legítimo poder constitucional, éste tiene los recursos de la justicia y la fuerza militar para imponer la ley.

El gobierno de Evo no ha usado esos poderes por dos razones, una pragmática y otra moral: a) no está segura de la lealtad de la justicia y de la Fuerza Armada y, b) la ética y formación política de Evo rechazan el uso de la represión estatal legítima para imponer su proyecto político.

El mismo carácter de la contradicción boliviana (la dualidad de poderes basada en lo fáctico-contrarrevolucionario y lo legal-progresista) hace improbable que el referendo del 10 de agosto de 2008 pueda resolverla. Esencialmente, va a reafirmar la correlación de fuerzas del status quo.

Sigue por lo tanto la división de facto de Bolivia en dos países y la fase de acumulación de fuerzas, hasta que uno de los dos poderes antagónicos esté en condiciones de dar el golpe decisivo, para liquidar al otro. Como demuestran los atentados contra Evo y el Ministro de la Presidencia, para la derecha esto incluye el asesinato político.

Heinz Dieterich




el enemigo interno
Rubén Dario Costas Aguilera


Es un político boliviano, nacido en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 6 de octubre de 1955. Está casado con Sonia Vincenti Égüez , y es padre de Rubén, Nicolás, José Gustavo y Leonardo. Costas es uno de los nueve prefectos bolivianos que fueron elegidos directamente por la población durante las elecciones generales del 2005. Es agrónomo de profesión y fue dirigente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia, de la Asociación de Productores de Leche, de la Cámara Agropecuaria del Oriente (C.A.O.) y del Comité Cívico de Santa Cruz en 2003 y 2004.

Fue uno de los Propulsores del referendo sobre la autonomía de su departamento, un primer paso para elegir a los prefectos (gobernadores). Impulsó la recolección de firmas para tal fin y fue electo como prefecto del Departamento de Santa Cruz por mayoría de votos en las elecciones regionales de diciembre de 2005, tomó posesión el cargo en febrero de 2006, actualmente es el líder de la denominada "media luna", conjunto de departamentos del oriente que están a favor de las autonomías, es el opositor principal del gobierno y las políticas del presidente Evo Morales.




Últimas CIFRAS OFICIALES

La Paz, 17 ago (ABI).- El referendo revocatorio de mandato del 10 de agosto reveló que el apoyo de la población al presidente Evo Morales, respecto de las elecciones generales del 18 de diciembre de 2005, creció en 559.358 votos, mientras que contrariamente el respaldo a la oposición disminuyó en 312.435 sufragios.

Esos datos se desprenden de la información oficial remitida a la Corte Nacional Electoral (CNE) por parte de las cortes departamentales electorales hasta este sábado y sobre el 99.99 por ciento de los votos escrutados.

El año 2005 se presentaron en las justas electorales ocho contendientes, entre partidos políticos y agrupaciones ciudadanas como NFR, USTB, UN, MIP, MNR, FREPAB, Podemos y, por supuesto, el MAS, partido del actual Jefe de Estado.

En esa oportunidad, Morales, líder del MAS, entonces por segunda vez candidato a la Presidencia, luego que el 2002 obtuviera el segundo lugar, logró una votación de 1.544.374 votos, que equivale al 53.74 % de los 2.873.801 votos válidos registrados por la CNE, que lo llevó a la Presidencia sin necesidad de los acostumbrados "amarres" en el Congreso.

La oposición -todos los demás partidos que se presentaron en esas elecciones- consiguió en 2005 una votación de 1.329.427, igual a un 46.26 % sobre el mismo registro de votos válidos del organismo electoral.

Dos años y medio después de aquellos resultados, el respaldo popular, tanto al ahora Presidente de los bolivianos como a la oposición, pero ya no compuesta por partidos políticos, sino más bien por líderes cívicos y autoridades departamentales, cambió sustancialmente.

En el referendo revocatorio de mandato el Jefe de Estado logró una votación de 2.103.732 sufragios, equivalente a un 67.41 % sobre 3.120.724 votos válidos computados por la CNE, que expresó el acuerdo de la población con su gestión y con el proceso de cambio que lleva adelante en el país.

Sin embargo, la oposición no tuvo la misma suerte, pues sólo atrajo el apoyo de 1.016.992 votos que se opusieron a la prosecución de Morales en la Presidencia de la República.

En el referendo revocatorio de mandato, la oposición perdió el respaldo de 312.435 electores, lo que significa que en lugar de crecer, con un padrón superior al de 2005, disminuyó sus adeptos.

La población habilitada para sufragar este 10 de agosto fue de 4.047.706 ciudadanos mayores de 18 años de edad, de los cuales 3.370.783 acudieron a las urnas.

De ellos, 2.103.732 votaron por Morales, 1.016.992 lo hicieron en contra, 134.096 votaron en blanco y 115.963 sufragaron nulo.


REPORTES Finales DEPARTAMENTALES

En Chuquisaca, al cien por cien de los votos escrutados, 92.616 sufragios, equivalentes a un 53.88 por ciento, le dijeron Sí al presidente Evo Morales, y 79.266, igual a 46.12 por ciento, le dijo No.

En La Paz, al cien por cien de los votos escrutados, 888.028 sufragios, equivalentes a un 83.27 por ciento, le dijeron Sí al Jefe de Estado; y 177.772, igual a 16.73 por ciento, dijo No.

En Cochabamba, al cien por cien de los votos escrutados, 402.681 sufragios, equivalentes a un 70.90 por ciento, le dijeron Sí a Morales; y 165.276, igual a 29.10 por ciento, votó en contrario.

En Oruro, al 99.72 por ciento de los votos escrutados, 141.021 sufragios, equivalentes a un 83 por ciento, le dijeron Sí a Evo; y 28.890, igual a 17 por ciento, le dijo No en las urnas.

En Potosí, al cien por cien de los votos escrutados, 185.317 sufragios, equivalentes a un 84.87 por ciento, se inclinaron por el Sí al presidente Morales; y 33.029, igual a 15.13 por ciento, dijo No.

En Tarija, al cien por cien de los votos escrutados, 66.645 sufragios, equivalentes a un 49.83 por ciento, le dijeron Sí al Jefe de Estado; y 67.102, igual a 50.17 por ciento, votó por el No.

En Santa Cruz, al cien por cien de los votos escrutados, 273.525 sufragios, equivalentes a un 40.75 por ciento, le dijeron Sí al presidente Morales; y 397.670, igual a 59.25 por ciento, sufragó por el No.

En Beni, al cien por cien de los votos escrutados, 43.146 sufragios equivalentes a un 43.72 por ciento, le dijeron Sí al Mandatario; y 55.542, igual a 56.28 por ciento, dijo No.

En Pando, al cien por cien de los votos escrutados, 13.753 sufragios, equivalentes a un 52.50 por ciento, le dijeron Sí a Morales; y 12.445, igual a 47.50 por ciento, dijo No.

Es decir, que en 6 de los 9 departamentos del país Morales se impuso ampliamente, en uno (Tarija) alcanzó prácticamente un empate técnico con menos de 400 votos de diferencia), y en dos, donde la oposición alcanzó la mayoría, el Jefe de Estado superó el 40 por ciento.


http://correodelsur.com/
http://abi.bo/


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente recopilación que ayuda a comprender el proceso historico de Bolivia. Saludos. Lore

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
daniel mancuso dijo...

hay gente que deja mensajes reaccionarios y lesivos firmando anónimamente, así no sirve.

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