Venezuela, Brasil, Argentina... la derecha avanza en Suramérica. No podremos entender lo que nos pasa si no dejamos de mirar por el agujero de la cerradura. El imperio tiene su plan y sus recursos, su dinero infiinito, al servicio de aplacar la rebeldia de su patio trasero. Con socios locales dispuestos a trabajar como cipayos, la globalización neoliberal se desparrama por nuestras sociedades.
Pero, ¿cómo lo logran? Algo explica la canadiense Naomi Klein en La Doctrina del Shock. Y para que no nos demos cuenta de cómo nos engañan, nos mantienen ocupados para que no pensemos, mediante la Estrategia de Manipulación Mediática, que devela el estadounidense Noam Chomsky.
Mauricio Macri es Presidente, pero desde las sombras, el poder mediático con Héctor Magnetto a la cabeza digita el destrucción de las conquistas sociales y políticas de los últimos 12 años de kirchnerismo. Ricardo Lorenzetti y sus muchachos avalan en los papeles toda la violenta irrupción contra las leyes del nuevo Gobierno por Decreto y le ponen el moño de legalidad. La mitad del país que no lo votó empieza a despertar de la pesadilla y entiende que sólo ganando la calle y movilizando, organizando la lucha, con unidad, podremos contrarrestar el huracán de malas noticias. Y desarmando las mentiras que fabrican.
Nos sorprendió a todos el triunfo de "Cambiemos". Ni siquiera ellos creyeron que ganarían las elecciones. Pero les servimos el triunfo en bandeja. Macri creció al amparo de pactos en la Legislatura porteña, malos análisis y desidias varias. La soberbia de nuestros dirigentes, los egos, las traiciones, y el menosprecio del enemigo que enfrentábamos nos jugó una mala pasada. No hay lugar para errores tan grandes. No hay margen, la globalización capitalista no perdona. Ellos vienen trabajando ininterrumpida y constantemente en pos de la contrainsurgencia. Si necesitan la fuerza para disciplinarnos, utilizan ejercitos represores y golpes de Estado; si necesitan democracias formales, insuflan el Golpe Blando.
La sociedad urbana de nuestro tiempo es permeable al bombardeo mediático interminable que modela nuestras conciencias. La no profundización de las acciones en tiempo y forma, la falta de transparencia y de participación popular, las decisiones en manos de unos pocos, el mal uso de los recursos, la corrupción, son talones de aquiles que conducen a la derrota del campo popular.
Rápidamente, por decreto, con la quita de Retenciones se realizó una brutal transferencia de miles de millones hacia los sectores concentrados, mientras el pueblo sufre la mega devaluación y el aumento indiscriminado de precios como regalo de Navidad.
Macri es pragmático, ni lerdo ni perezoso quiere domesticar al Poder Judicial y nombró por decreto a 2 jueces para la Corte Suprema de Justicia. Pero el Golpe más fuerte contra la democracia es el pisoteo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El nuevo ministro de Comunicaciones, el milico Oscar Aguad es el ejecutor del atentado contra la libertad de expresión. Termina el año 2015, pero esto recién empieza.
Sin duda, habrá más sorpresas.
Pero, ¿cómo lo logran? Algo explica la canadiense Naomi Klein en La Doctrina del Shock. Y para que no nos demos cuenta de cómo nos engañan, nos mantienen ocupados para que no pensemos, mediante la Estrategia de Manipulación Mediática, que devela el estadounidense Noam Chomsky.
Mauricio Macri es Presidente, pero desde las sombras, el poder mediático con Héctor Magnetto a la cabeza digita el destrucción de las conquistas sociales y políticas de los últimos 12 años de kirchnerismo. Ricardo Lorenzetti y sus muchachos avalan en los papeles toda la violenta irrupción contra las leyes del nuevo Gobierno por Decreto y le ponen el moño de legalidad. La mitad del país que no lo votó empieza a despertar de la pesadilla y entiende que sólo ganando la calle y movilizando, organizando la lucha, con unidad, podremos contrarrestar el huracán de malas noticias. Y desarmando las mentiras que fabrican.
Nos sorprendió a todos el triunfo de "Cambiemos". Ni siquiera ellos creyeron que ganarían las elecciones. Pero les servimos el triunfo en bandeja. Macri creció al amparo de pactos en la Legislatura porteña, malos análisis y desidias varias. La soberbia de nuestros dirigentes, los egos, las traiciones, y el menosprecio del enemigo que enfrentábamos nos jugó una mala pasada. No hay lugar para errores tan grandes. No hay margen, la globalización capitalista no perdona. Ellos vienen trabajando ininterrumpida y constantemente en pos de la contrainsurgencia. Si necesitan la fuerza para disciplinarnos, utilizan ejercitos represores y golpes de Estado; si necesitan democracias formales, insuflan el Golpe Blando.
La sociedad urbana de nuestro tiempo es permeable al bombardeo mediático interminable que modela nuestras conciencias. La no profundización de las acciones en tiempo y forma, la falta de transparencia y de participación popular, las decisiones en manos de unos pocos, el mal uso de los recursos, la corrupción, son talones de aquiles que conducen a la derrota del campo popular.
Rápidamente, por decreto, con la quita de Retenciones se realizó una brutal transferencia de miles de millones hacia los sectores concentrados, mientras el pueblo sufre la mega devaluación y el aumento indiscriminado de precios como regalo de Navidad.
Macri es pragmático, ni lerdo ni perezoso quiere domesticar al Poder Judicial y nombró por decreto a 2 jueces para la Corte Suprema de Justicia. Pero el Golpe más fuerte contra la democracia es el pisoteo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El nuevo ministro de Comunicaciones, el milico Oscar Aguad es el ejecutor del atentado contra la libertad de expresión. Termina el año 2015, pero esto recién empieza.
Sin duda, habrá más sorpresas.
1 comentario:
Feliz Año Daniel.
Abrazo!
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