Anoche, muchos no pudimos dormir. Llovía. Paraba. Llovía. Para un lado y para el otro, la angustia vencía al cansancio. El oído alerta buscaba indicios del peligro acuático en medio de la tensa oscuridad. A la menor sospecha, nos levantábamos a espiar entre los listones de la cortina para ver la calzada mojada, testigo impávido de nuestros miedos. Las luces se encendían en las ventanas del barrio anunciando la vigilia colectiva. Un trueno enorme nos decidió a salir al balcón, al patio, a destapar la canaleta llena de hojas en medio de la lluvia intensa. Chorreando los pasos nerviosos salimos a la calle a recoger las hojas trabadas en la boca de tormenta. Eran las 4 y media de la madrugada. Toda la ansiedad se concentraba en el agua que tragaba el sumidero. Chupaba y chupaba sin descanso, para engordar nuestra esperanza. Parecía que nos íbamos a inundar de nuevo, como el 6/12 o como el 2/4, pero fue falsa alarma.
Anoche, nos robaron la paz, otra vez. Eso es inseguridad. No poder salir a la calle porque te lleva la corriente, y te mata.
Hoy me encontré con un vecino de la cuadra. Nos miramos, nos reímos, silenciosamente. Cómplices. Los dos íbamos al contenedor de basura a arrojar las hojas naúfragas que rescatamos de la rejilla del desagüe. Los dos estábamos ojerozos.
─¿Sabés lo que más me molesta?
─Que a este tipo no le importa nada, no le entran las balas, está blindado, se burla de nosotros, es una mezcla de Grosso y Cacciatore, le digo.
─No, lo que más me molesta es que lagente no dice nada, sumisa o indolente o las dos cosas, sigue su vida a pesar de los 8 muertos, a pesar de las protestas, de que va a volver a pasar... sabés una cosa, estos hijos de puta me inundaron el sueño...
Anoche, nos robaron la paz, otra vez. Eso es inseguridad. No poder salir a la calle porque te lleva la corriente, y te mata.
Hoy me encontré con un vecino de la cuadra. Nos miramos, nos reímos, silenciosamente. Cómplices. Los dos íbamos al contenedor de basura a arrojar las hojas naúfragas que rescatamos de la rejilla del desagüe. Los dos estábamos ojerozos.
─¿Sabés lo que más me molesta?
─Que a este tipo no le importa nada, no le entran las balas, está blindado, se burla de nosotros, es una mezcla de Grosso y Cacciatore, le digo.
─No, lo que más me molesta es que lagente no dice nada, sumisa o indolente o las dos cosas, sigue su vida a pesar de los 8 muertos, a pesar de las protestas, de que va a volver a pasar... sabés una cosa, estos hijos de puta me inundaron el sueño...
2 comentarios:
Del 64% de los votantes de Macri, más de la mitad sigue apoyando todo su accionar. Una cuarta parte, apoya la mayoría de las acciones, aunque las sufran en carne propia... Piensan que a ellos les tocó porque son "daños colaterales" que hay que sufrir para quedarnos sin negros, sin trapitos, sin inmigrantes de países limítrofes -también sin chinos o coreanos que son lo mismo- Llego así a casi el 50% de los habitantes de "esta gran urbe"... Son los nombrados por Fito, son los que no dicen nada...
Pero hay otros que señalan aunque falte más movimiento...
Como "nota de optimismo", observando mis cálculos, perdieron un 14%... A no desesperar, el camino es el correcto... El otro es hacer con ellos lo que hacen con nosotros... y convertirnos en ellos para engrosar el porcentaje de Fito.
Supongo que durante todo el otoño estaremos con "el sueño inundado" y ojerosos durante el día...
Viendo a otros vecinos en el mismo estado... NO ESTAMOS SOLOS.
los que votan a macri se miran el ombligo y no les importa nada mas, eso si, dales unos dolares por favor!
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