Ningún opositor podrá acusarlo de que no trabaja. El tipo no para de accionar y proponer medidas para que las cosas mejoren. Es un funcionario que «cobra el sueldo que todos le pagamos», así que por ahí no pueden criticarlo. Los ataques vienen de parte de los sectores privilegiados del capitalismo rapaz que no quieren perder sus negocios y detestan la intervención del Estado en la economía. Prefieren el juego del libre mercado, donde siempre pierden los laburantes. Añoran los 90, el Consenso de Washington. Sólo el macrismo sostiene todavía esta mirada mezquina, donde el Estado interviene para favorecer las ganancias empresariales y corporativas. Los negocios de los amigos (y de los patrones).
«El presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, calificó hoy de "locura" la iniciativa del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de que los supermercados tengan que aceptar una sola tarjeta oficial. "El Estado tiene que intervenir cuando hay un monopolio que puede dominar el mercado, pero no tiene que actuar cuando hay una situación de competencia", aseveró Sturzenegger...»
Guillermo Moreno volvió a sorprender. En la típica reunión de los viernes con sectores vinculados al consumo, el secretario de Comercio Interior, les propuso a los supermercadistas la puesta en circulación de una tarjeta de crédito exclusiva para compras en los super, que terminaría generando un impacto positivo en la estabilidad de precios que desde hace tiempo persigue la cartera.
La tarjeta de crédito sería emitida por el Banco Nación, con una comisión del 1% por compra para los bancos (hoy es del 3% en las otras tarjetas), con lo cual subirían el beneficio a los super en detrimento de las ganancias del sector financiero. Con este esquema, los grandes comercios se comprometerían a no variar los precios en demasía. En el encuentro en la sede de Comercio, escuchaban atentos los directivos de la Asociación de Supermercadistas Unidos (ASU), los referentes del sector cárnico y los referentes de los supermercados chinos.
El secretario Moreno explicó: en 2012, el sector financiero se alzó con un 1,9 % del PBI, cifra que es superior a otros sectores del trabajo "real".
Actualmente, de una compra X de $ 100, los supermercados perciben $ 97 y las tarjetas y bancos emisores de plásticos se reparten $ 3. Con la nueva tarjeta, los super recibirían $ 99 y los bancos $ 1.
Entonces, el problema no es Guillermo Moreno, sino el Estado que interviene y les arruina el negocio a los bancos, que no pueden chuparle la sangre más y más a la población, como lo hacen a diario. Vaya paradoja, ellos que son el símbolo por antonomasia del capitalismo no quieren la competencia. Porque la competencia que ellos proponen es que dos o tres empresas se repartan el mercado acordando las reglas entre ellos, dejando afuera a los usuarios y consumidores. Es lo que hacen con los celulares Movistar, Personal y Claro, por ejemplo: Monopolio de a tres.
Si sale un tarjeta de crédito que sólo se queda con el 1 % de las compras obligaría a bajar la comisión que cobran Visa, Mastercard y otras, y eso es precisamente lo que no quieren hacer.
Insistimos: la gente no come vidrio, los comerciantes tampoco. Esto también es parte de la redistribución de la riqueza. Aguante Guillermo Moreno.
«El presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, calificó hoy de "locura" la iniciativa del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de que los supermercados tengan que aceptar una sola tarjeta oficial. "El Estado tiene que intervenir cuando hay un monopolio que puede dominar el mercado, pero no tiene que actuar cuando hay una situación de competencia", aseveró Sturzenegger...»
Guillermo Moreno volvió a sorprender. En la típica reunión de los viernes con sectores vinculados al consumo, el secretario de Comercio Interior, les propuso a los supermercadistas la puesta en circulación de una tarjeta de crédito exclusiva para compras en los super, que terminaría generando un impacto positivo en la estabilidad de precios que desde hace tiempo persigue la cartera.
La tarjeta de crédito sería emitida por el Banco Nación, con una comisión del 1% por compra para los bancos (hoy es del 3% en las otras tarjetas), con lo cual subirían el beneficio a los super en detrimento de las ganancias del sector financiero. Con este esquema, los grandes comercios se comprometerían a no variar los precios en demasía. En el encuentro en la sede de Comercio, escuchaban atentos los directivos de la Asociación de Supermercadistas Unidos (ASU), los referentes del sector cárnico y los referentes de los supermercados chinos.
El secretario Moreno explicó: en 2012, el sector financiero se alzó con un 1,9 % del PBI, cifra que es superior a otros sectores del trabajo "real".
Actualmente, de una compra X de $ 100, los supermercados perciben $ 97 y las tarjetas y bancos emisores de plásticos se reparten $ 3. Con la nueva tarjeta, los super recibirían $ 99 y los bancos $ 1.
Entonces, el problema no es Guillermo Moreno, sino el Estado que interviene y les arruina el negocio a los bancos, que no pueden chuparle la sangre más y más a la población, como lo hacen a diario. Vaya paradoja, ellos que son el símbolo por antonomasia del capitalismo no quieren la competencia. Porque la competencia que ellos proponen es que dos o tres empresas se repartan el mercado acordando las reglas entre ellos, dejando afuera a los usuarios y consumidores. Es lo que hacen con los celulares Movistar, Personal y Claro, por ejemplo: Monopolio de a tres.
Si sale un tarjeta de crédito que sólo se queda con el 1 % de las compras obligaría a bajar la comisión que cobran Visa, Mastercard y otras, y eso es precisamente lo que no quieren hacer.
Insistimos: la gente no come vidrio, los comerciantes tampoco. Esto también es parte de la redistribución de la riqueza. Aguante Guillermo Moreno.
1 comentario:
Por supuesto que para los caranchos esta medida es una locura !!! A ellos les molesta todo lo que favorece a la mayoría del pueblo...Roberto de Ing.Huergo (RN)
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