¿De qué te reís, Cristina? ¿Por que bailás, Cristina? ¿Qué festejás, Cristina? ¿Por qué sos dulce, Cristina? ¿Por qué sos dura, Cristina? ¿Por qué te emocionas, Cristina? ¿Por qué sos humana, Cristina?
El lúcido y punzante periodista empresario Jorge Fontevecchia no pregunta, afirma, seguro, taxativo, incólume, porque el leyó y releyó «lo que Wittgenstein escribió sobre la certeza y la diferencia entre saber y creencia».
En su nota «A quién le habla Cristina», sin ¿?, el dueño del multimedios Perfil hace malavares discursivos para justificar sus apreciaciones opositoras a la forma y cantidad en que se expresa la Presidenta de la Nación. Hasta menta a Walter Benjamin, para mostrarse culto, y justificar su hipótesis antifestiva...
- «También la kinestesia de la Presidenta se percibe desatada. Llamó la atención cuando bailó ritmos tropicales en Angola, lo que repitió este jueves en la inauguración de Tecnópolis 2 con bailarines del Carnaval de Gualeguaychú. Y fue la propia Presidenta quien llamó a la comparsa para que se acercara y se sumara a ella mostrando una seguridad escénica típica de quienes cruzaron umbrales de autoestima a los que pocos acceden. Ese desparpajo oral y gestual puede ser otra forma de expresar la misma sensación de fortaleza que la lleva a enfrentar sin miedo y simultáneamente la estatización de YPF, el cepo cambiario y el enfrentamiento con Moyano, o mandar a Scioli al infierno aunque tenga que enviar a la provincia de Buenos Aires al purgatorio...»
Según Fontevecchia, pareciera que estar convencido, tener decisiones firmes, y ponerlas en práctica desde hace casi 10 años timonenado los destinos del país con coraje y tezón (con excelentes resultados) fuera una afrenta a la sociedad, a las espectativas de los dueños de medios hegemónicos, al buen gusto tilingo. Y si Cristina festeja, baila, se emociona, utiliza la cadena nacional para comunicar y hablar con su pueblo, hace gala de una hipetrofiada autoestima que lastima con su desmesura.
Por más que apeles a filósofos y lingüistas notables, tus notas son un mamarracho. Cristina nos habla a nosotros, a los que queremos un país con justicia social, con inclusión y derechos, con trabajo y producción, con múltiples voces, con soberanía e integración suramericana, con respeto por el diferente, el inmigrante, el provinciano, el laburante, el estudiante y el jubilado, con democracia y movilización popular, discusión política y proyecto nacional interpelando a las corporaciones, defendiendo al más débil, combatiendo al capital extorsivo... somos peronistas, ¿no te diste cuenta?
Por eso BAILAMOS
Y por eso nos preguntamos sin esperar respuesta... ¿Qué te pasa, Fontevecchia?
3 comentarios:
Nada, Mancuso, no le pasa nada, es más, con la nada misma se enfrenta cada día en que busca en el horizonte una solución a sus angustias. El es la nada. Pobre.
En realidad, el tipo ése apunta bien, él sabe a quienes les habla ELLA, les habla a los ciudadanos comunes, doñas Rosas, don Pepes, a todos esos que no están politizados y a quienes los fonte quieren mantener idiotizados.
De ahí vienen las ladillas que los desesperan con la cadena nacional... ELLA tiene que ser invisible y muda; pero la muy bruja insiste en no darles el gusto, cuanta maldad!
¿Hasta las hemorroides, siempre!, fonte...
Al Cesar lo que es del mini-César: Fonte será cualquier cosa pero no le tiene miedo al ridículo: mira que ponerle la firma a una Walgereada común y corriente.
Que sacados que están que sólo les queda alimentar el triste bocho de esos a los que muy bien apunta RAM.
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