Octubre fue la gran derrota que los indigesta todavía. Pero no los amilana. Frente a los 12 millones de votos populares, ellos contraponen millones de razones para no querer perder sus privilegios, negociados, impunidades. De la complicidad con los genocidas a la apropiación de empresas estatales y privadas. De los condicionamientos a los gobiernos electos a los incesantes y perversas operaciones de prensa y difusión de falsedades manifiestas. Todo camino sucio han transitado. Desde la 125 venían probando distintas maneras de deslegitimar la autoridad presidencial, e imaginaban el final del kirchnerismo. Ahora, frente a la reelección, pasaron al ataque, a vencer o morir, porque se juegan la sobrevivencia como grupos de poder.
¿Qué implicaría un imposible triunfo corpoopositor? Que volveríamos a gobiernos dóciles, domesticados por el poder financiero internacional, a la crisis y los ajustes, los préstamos y las deudas, la subordinación y el vasallaje...
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¿Qué implicaría un imposible triunfo corpoopositor? Que volveríamos a gobiernos dóciles, domesticados por el poder financiero internacional, a la crisis y los ajustes, los préstamos y las deudas, la subordinación y el vasallaje...
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«En realidad todo lo sucedido en estos meses que van de octubre hasta aquí prueba que en la política nacional hay una protagonista exclusiva que es Cristina el resto es la expresión pura y dura de la resistencia de los grupos económicos afectados que se cuela por los medios y que naturalmente encuentra aliados en aquellos que añoran a la dictadura y a muchos de los políticos ineptos e incapaces de derecha y de izquierda que no pueden ofrecer nada que se parezca a una propuesta seria capaz de competir con el "relato" del gobierno que paradojalmente está lleno de realidad... »
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(profquesada dixit)
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«... las ganas precipitadas de estos tipos de que se pudra todo y se caiga el Gobierno. Es decir, se concrete el deseo expresado en la oración de cada noche, que los buitres repiten hasta el cansancio. ¿Y para qué? ¿Para que venga un Rajoy? Hoy, un Macri. ¿O un socialismo anémico? Lo cierto es que los implorantes, se llevarían una bruta sorpresa más si ahora mismo hubiese una elección. Y eso se debe exactamente a que no es compatible el microclima que muchos habitamos, con la realidad 'de afuera'...»
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(Daniel dixit)
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«Que Carlos Pagni es un miserable estentóreo sobreviviente de los 90 y militante ferboroso del neoliberalismo, no es sorpresa para nadie. Que odia, por todo lo que representa y por estar en las antípodas de su idelogía, a Guillermo Moreno, tampoco. Que es columnista de un diario centenario que se siente más cómodo con el discurso de Videla que con el de Cristina, ¿qué duda cabe?
»Ahora bien, todos estos antecedentes, esgrimidos con orgullo por quien los detenta, no lo autoriza a mentir descaradamente, haciendo un relato de ficción y construyendo o mejor dicho, contribuir a construir un cocoliche de un funcionario, que al decir de su colega, Grondona, "lo peor de Moreno es que no es corrupto", pasando por tratarlo de patotero, polémico, cuestionado, bruto...»
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»Ahora bien, todos estos antecedentes, esgrimidos con orgullo por quien los detenta, no lo autoriza a mentir descaradamente, haciendo un relato de ficción y construyendo o mejor dicho, contribuir a construir un cocoliche de un funcionario, que al decir de su colega, Grondona, "lo peor de Moreno es que no es corrupto", pasando por tratarlo de patotero, polémico, cuestionado, bruto...»
(Daniel Aranda dixit)
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«... Para algunos, todo lo que le pasa a Macri es culpa del gobierno nacional y para otros todo lo que Macri hace está mal. Lo mismo sucede con CFK: no importan los logros de gestión pues para el que quiere ver que todo es una confabulación monto-camporista siempre está a mano la carta infalible de la acusación de que lo que hacen bien es parte de una impostura para ganar legitimidad social.
»Ahora bien, en este contexto ¿se puede hacer algo más allá de, por supuesto, librar una batalla por la hegemonía, la cual, claro está, no es una batalla por la verdad? Sí, se puede tratar de ser honesto y, si se tiene el tiempo y el deseo, transformarse en un artesano cuyo material informativo sean fuentes de confianza diversas y hasta heterodoxas. Sin embargo, a la vez, hay que reconocer que mucha gente honesta no tiene ni ese tiempo ni ese deseo en ocuparse en la búsqueda de fuentes alternativas de información y que prefiere, en sus ratos libres, esparcirse o realizar otras actividades muy loables, por cierto. Estos casos se transforman en francamente enigmáticos y por momentos inexpugnables porque el apoyo que brindan, sea a un diario, sea a un político, se parece más a un acto de fe lo cual tiene como consecuencia que sus muy eventuales cambios de posición sean algo tan difícil como una conversión religiosa».
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»Ahora bien, en este contexto ¿se puede hacer algo más allá de, por supuesto, librar una batalla por la hegemonía, la cual, claro está, no es una batalla por la verdad? Sí, se puede tratar de ser honesto y, si se tiene el tiempo y el deseo, transformarse en un artesano cuyo material informativo sean fuentes de confianza diversas y hasta heterodoxas. Sin embargo, a la vez, hay que reconocer que mucha gente honesta no tiene ni ese tiempo ni ese deseo en ocuparse en la búsqueda de fuentes alternativas de información y que prefiere, en sus ratos libres, esparcirse o realizar otras actividades muy loables, por cierto. Estos casos se transforman en francamente enigmáticos y por momentos inexpugnables porque el apoyo que brindan, sea a un diario, sea a un político, se parece más a un acto de fe lo cual tiene como consecuencia que sus muy eventuales cambios de posición sean algo tan difícil como una conversión religiosa».
(Dante Palma dixit)
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«... Los ciudadanos no tenemos por qué quedar enredados en un debate eterno y estéril, con argumentos amañados, manipulado desde las corporaciones mediáticas o económicas, con el fin de instrumentarlo como el lanzamiento de las aspiraciones políticas nacionales de su prohijado (como impúdicamente se reconoce ACÁ). Los ciudadanos porteños quieren (y necesitan) ver a los subtes funcionando, los ciudadanos del resto del país no queremos seguir subsidiando a la población que más y mejores recursos tiene. El marco regulatorio existe, que la Justicia determina, pues, a que Estado le toca cada cosa para satisfacer los intereses de todos.
»A no ser, claro, que lo que subyazca sea la pretensión de desconocer la trama de relaciones existentes entre ambos Estados, y que se pretenda modificarlas. En ese caso, plantéenlo claramente de una, impulsen una nueva Reforma Constitucional, y convóquennos a participar como ciudadanos plenos, y no como meros y pasivos telespectadores y consumidores de tergiversadas noticias de Clarín. Si el debate es político, aquel carril de participación democrática es el que corresponde.
»Si cuestionamos la legalidad existente, está todo bien, las reglas necesarias para garantizar la convivencia son susceptibles de ser modificadas para dar lugar a configurar otros modos de relación. Pero lo que no es lícito es cuestionar y desconocer las normas, y no hacerse cargo de que para su reformulación, es necesaria una actividad que genere una masa crítica ciudadana interesada activamente en esa modificación.
»Es esa, o propender a la “Atomización del Poder Estatal”, una especie de corolario político de un argentinismo, propio de aquellos que cren que las leyes (o las instituciones) sólo son justas y hay que respetarlas sólo cuando nos son convenientes».
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Son muchos los desafíos para este tiempo que nos toca, completar lo que falta antes que regodearnos en lo hecho, estar atentos a las puñaladas de adentro y de afuera, afinar la sintonía y la puntería...
"Dice mi padre que un solo traidor puede con mil valientes..." ¿Magnetto victorioso? No pasará.
¿El pueblo en su inmenso dolor hoy se niega a beber en la fuente clara del honor? No, para nada, el pueblo acompaña este proyecto político porque es el protagonista de esta marcha sostenida hacia a justicia social.
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»A no ser, claro, que lo que subyazca sea la pretensión de desconocer la trama de relaciones existentes entre ambos Estados, y que se pretenda modificarlas. En ese caso, plantéenlo claramente de una, impulsen una nueva Reforma Constitucional, y convóquennos a participar como ciudadanos plenos, y no como meros y pasivos telespectadores y consumidores de tergiversadas noticias de Clarín. Si el debate es político, aquel carril de participación democrática es el que corresponde.
»Si cuestionamos la legalidad existente, está todo bien, las reglas necesarias para garantizar la convivencia son susceptibles de ser modificadas para dar lugar a configurar otros modos de relación. Pero lo que no es lícito es cuestionar y desconocer las normas, y no hacerse cargo de que para su reformulación, es necesaria una actividad que genere una masa crítica ciudadana interesada activamente en esa modificación.
»Es esa, o propender a la “Atomización del Poder Estatal”, una especie de corolario político de un argentinismo, propio de aquellos que cren que las leyes (o las instituciones) sólo son justas y hay que respetarlas sólo cuando nos son convenientes».
(Rucio dixit)
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Son muchos los desafíos para este tiempo que nos toca, completar lo que falta antes que regodearnos en lo hecho, estar atentos a las puñaladas de adentro y de afuera, afinar la sintonía y la puntería...
"Dice mi padre que un solo traidor puede con mil valientes..." ¿Magnetto victorioso? No pasará.
¿El pueblo en su inmenso dolor hoy se niega a beber en la fuente clara del honor? No, para nada, el pueblo acompaña este proyecto político porque es el protagonista de esta marcha sostenida hacia a justicia social.
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