CARTA ABIERTA A ANTONIA

Estimada niñita:

Nosotros no elegimos a nuestros padres, ellos nos enjendran a nosotros con la semillita que papá le pone a mamá para que la cuide, y tras 9 meses en su pancita nos hagamos bebes. A medida que crecemos vamos descubriendo que papá no es un genio, y que mamá rompe las guindas más de la cuenta. A veces los ves poco, y te cría la niñera. Es lo que nos tocó. Y algo hay que hacer con eso, menos suicidarse. Vos todavía sos chiquita, no tuviste la sensación de verguenza por las cosas de tu familia, que una denuncia por trabajo esclavo, que un procesamiento por escuchas ilegales, que una energúmeno al frente de los porteños, y cargar un apellido repudiado para toda la vida.

Pero vas a encontrar un país mejor, mucho mejor que el que estaba cuando naciste, y podrás preguntarle a tu viejo: ¿Papá, vos qué tuviste que ver con todo esto?, y él te dará una nueva frustración. Pero no odies a los hombres por esto, no somos todos iguales, y las mujeres tampoco. Mamá fabrica ropa y se enriquece con el sudor de gente muy pobre, pero hay otra mujer, que preside el país, que hace cosas para que los pobres puedan dejar de serlo. Lo importante es que uno elige que quiere ser y para qué, si para acumular vanamente o para ser feliz y útil a la patria. Podrás ser empresaria o jefa de gobierno, y hasta Presidenta, o cualquier otra cosa, el destino no está escrito. Vos sos tu futuro, podés escapar de la ignominia.

Daniel
Mancuso