Caro amico ti scrivo così mi distraggo un po'
e siccome sei molto lontano più forte ti scriverò.
Da quando sei partito c'è una grossa novità,
l'anno vecchio è finito ormai,
ma qualcosa ancora qui non va...
Cuando el miedo y la nostalgia me hicieron llorar como nunca en toda mi vida, Lucio fue mi amigo. A los 17 años, el destierro disfrazado de exilio no es una novia fácil. De estudiante secundario a peón de albañil en medio de la nieve calabresa. Eran tiempos de cartas de papel, de ir ansioso a la posta a ver si había llegado algo... dall'Argentina. Frustrado escuchaba la temida respuesta: "Oggi niente argentina", girando la mano con el indice y el pulgar en L, típico gesto de "nada". Tambien significa "Hambre", ese que pasaron en la guerra mis parientes, ese que sentía yo en mi corazón.
Había tenido tiempo de empacar unos vinilos, long play, de León Gieco, de Troilo, de Daniel Viglietti, pero Lucio fue mi maestro, me acercó a la poesía y al idioma de mis viejos, al día a día entre los nonnos y mis primos, la strada, gli amici, il laboro, la vita...
En tiempos sin Internet, ni Skype, ni celular, lloré cada vez que escuchaba L'anno che verrà que yo sentía tan autorreferencial.
Lo había bailado en castellano, en los cumpleaños del barrio entre pizzetas y palitos salados, en un disco de colores : "Bienvenido 1969", con uno de sus primeros temas: Está la Cosa Negra Negra.
Lo recontré en una disquería de Cosenza, en 1978, cuando nos tuvimos que quedar "de visita" a lo del zio Mario, hasta tanto pudiéramos alquilar algo con Nito, mi hermano querido. Después, nos fuimos a Celico, un pueblito del otro lado de la montaña, camino a la Sila, donde hacía frío en serio (dormíamos vestidos, con el gamulán como frazada), en esa casona sin calefacción que conseguimos por mi primo Arnaldo, il carabiniere. Pero ahí no teníamos ni radio ni tocadisco, leíamos fumetti para entretener la angustia...
Y desde allí me acompañó siempre este enorme poeta, para mí, mitad Serrat, mitad Manzi, que pintó en italiano, como nadie, los paisajes humanos de la península amada, y sigue en mi memoria, alegrándome la vida.
Grazie mile Lucio, arrivederci...
Había tenido tiempo de empacar unos vinilos, long play, de León Gieco, de Troilo, de Daniel Viglietti, pero Lucio fue mi maestro, me acercó a la poesía y al idioma de mis viejos, al día a día entre los nonnos y mis primos, la strada, gli amici, il laboro, la vita...
En tiempos sin Internet, ni Skype, ni celular, lloré cada vez que escuchaba L'anno che verrà que yo sentía tan autorreferencial.
Lo había bailado en castellano, en los cumpleaños del barrio entre pizzetas y palitos salados, en un disco de colores : "Bienvenido 1969", con uno de sus primeros temas: Está la Cosa Negra Negra.
Lo recontré en una disquería de Cosenza, en 1978, cuando nos tuvimos que quedar "de visita" a lo del zio Mario, hasta tanto pudiéramos alquilar algo con Nito, mi hermano querido. Después, nos fuimos a Celico, un pueblito del otro lado de la montaña, camino a la Sila, donde hacía frío en serio (dormíamos vestidos, con el gamulán como frazada), en esa casona sin calefacción que conseguimos por mi primo Arnaldo, il carabiniere. Pero ahí no teníamos ni radio ni tocadisco, leíamos fumetti para entretener la angustia...
Y desde allí me acompañó siempre este enorme poeta, para mí, mitad Serrat, mitad Manzi, que pintó en italiano, como nadie, los paisajes humanos de la península amada, y sigue en mi memoria, alegrándome la vida.
Grazie mile Lucio, arrivederci...
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Per Lucio
Lucio, amico caro di tutti. Da oggi il mondo sarà più buio. Prego e penso che poeti come te non dovrebbero mai morire. Il distacco umano da uomini e artisti grandi come sei stato e sei, ci coglie sempre impreparati.
Ci mancherà tutto di te.
Anche i momenti di eroica fragilità che contribuivano a renderti sempre più grande.
Ti volevo e ti voglio bene.
Ero catturato dalla tua magica grandezza e delicata generosa umanità.
Ricordo quando mia figlia venne da te per trascorrere qualche giorno speciale di vacanza… le apristi la tua casa come un padre accoglie un figlio.
Parlavate di arte, di musica, della vita…
Mi raccontò di avere vissuto giorni meravigliosi, indimenticabili.
Indimenticabile come sei tu.
3
2 comentarios:
Muy emotivo y evocador homenaje Mancu. A Dalla me lo hizo conocer un amigo "tano" de Bahía Blanca, amante de él y de Battisti, en Madrid allá por el ´77. Fue amor a primera vista. Un grande, que digo, un grandíssimo poeta. Muy buena la comparación con otros nuestros, se dice pinta tu aldea y pintarás el mundo, es muy cierto.
Gracias, Profe, sabias palabras, abrazo
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