El periodista y escritor radical, que fue guionista de La República perdida de 1983 (una de las películas más sesgadas jamás vista), y Subsecretario de Cultura de la Nación en 1988, ahora escribe en La Nación.
Triste devenir de quien integró el Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y ahora escribe para un diario golpista, manipulador, apropiador y cómplice de la dictadura cívico militar genocida. Diríamos que ha involucionado, como Sarlo, se ha derechizado, o como dicen en el barrio: "el tiempo desenmascara lo que estaba oculto"...
«... El mito de Néstor Kirchner se construye desde el Estado, pero con el beneplácito de amplios sectores sociales. El apoyo oficial implica un sobreénfasis y un monumentalismo que se aproxima, aunque sin alcanzarlos, a los ritos masivos del fascismo y el estalinismo.
»Se rebautizan escuelas, hospitales, calles y avenidas. Se erigen imponentes mausoleos para detener la mirada y superar la fugacidad del tiempo. Su esposa y sucesora utiliza, para mencionarlo y mencionar sus obras y milagros, el pronombre de tercera persona, de forma tal que resuenen las mayúsculas y se produzca un eco casi religioso. Los oficiantes agradecen y santifican el sacrificio de vida que hizo el homenajeado, verosímilmente golpeado por el torbellino de trabajos y responsabilidades que lo rodeaban. En el discurso mitologizante siempre se lo presenta como un refundador, como alguien que dio su vida por una Argentina distinta, más justa y soberana. Hasta se ha creado un Instituto Nacional de Historia Revisionista, cercano a la operación santificadora...»
Nada que agregar. Say no more!, Charly. Como vivimos en una sociedad democrática y cada uno dice lo que piensa, Luis Gregorich nos falta el respeto a los 40 millones de argentinos con absoluta libertad y sin censura, y nosotros podemos decirle (mirándolo a los ojos, y sin ánimo de ofenderlo, sino describiendo su prosa insidiosa, llena de dicterios), que es un enorme PAPANATAS (persona simple, inocente o muy crédula: es tan papanatas que se ha creído todo lo que le han dicho, ¡pobre!, se crió influenciado por la Unión Democrática), mezcla rara de boludo, cándido, badulaque, bobalicón, pazguato, metecato, tontaina, pardillo, crédulo e infeliz.
6 comentarios:
Lindando con el Estadio Libertadores de América, tenemos hoy la calle Ricardo Enrique Bochini. Hace poco bautizada así,con el nombre de nuestro más grande ídolo.
Que está vivito y coleando.
Si a alguien se le ocurre plantearle a un hincha de Independiente que le quitemos el nombre a la calle restituyéndole el antiguo, no te digo lo que nuestra gente le puede espetar.
Estas cosas son así, nada menos que porque el Pueblo quiere que sean así.
Quiere a sus referentes; políticos, deportistas, artistas, en esos enclaves: -calles, monumentos, bustos (los amigos racinguistas le hicieron un monumento a Merlo, que también está vivo) representados.
Yo se que para esta gente es muy, pero muy difícil, escuchar la voz del Pueblo.
Casi que no tienen idea de como suena.
Ah; cierta vez observé como un trosco intentaba explicarle a un grupo de obreros, el carácter bonapartista del peronismo (creo que fue en el '90). Ni te digo a donde lo mandaron.
Tiene que ver con eso de no tener idea de como interpretar al pueblo.
No, claro. En los '90 el peronismo no era nada bonapartista, era neoliberal ortodoxo con algunos toques de mafia nac&pop, equivocados los troscos, sí.
A todo esto, Gregorich es trosco? Novedad...
Jack Celliers, no quisiera decirte que te señalé la luna y te quedaste mirando el dedo, no, me resisto...
Daniel, simplemente estaba contestándole al otro Daniel, no a tu post con el que concuerdo, así que no entiendo tu comentario.
venía en la onda irónica también, chiste, perdón
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