La nube, inquieta, bailotea sobre las cabezas cansadas, al antojo del viento. Son millones de recuerdos tristes cabalgando las partículas que escapan del derrumbe, buscando donde aterrizar para descargar la angustia, intentando escapar de la pesadilla, no escuchar a los funcionarios porteños, a los noteros, esquivar las cámaras, evitarse a sí mismos, chocándose y llorando de penas y penas que emergieron del big bang de la calle Bartolomé Mitre.
El matador de paraguayos hereda, cada tanto, muertos inocentes: los llantos y explicaciones de República Cromañón, 20 cuadras al oeste, todavía tibios, con zapatillas en los cables; las explicaciones y llantos de contentos por tener "un único desaparecido" bajo los escombros.
Los recuerdos quedaron enterrados bajo la desidia municipal, el lucro empresarial, la codicia inmobiliaria, en menefreghismo macrista, para hacerle compañía a ISIDORO. Las partículas vuelan lejos, pero no tanto, llevando la indignación al río, tal vez, no más, porque son suramericanas, no nacieron en Nueva York, no tendrán su hora de gloria, su 11S local, su "4N".
El río marrón se pondrá más oscuro, por vergüenza, por recibir en silencio regalos inoportunos, escombros dictatoriales, cadáveres voladores, botellas de gaseosas, excrementos, ineficiencias gordas de globos multicolores, propagandas amarillas y campañas sucias.
El matador de paraguayos hereda, cada tanto, muertos inocentes: los llantos y explicaciones de República Cromañón, 20 cuadras al oeste, todavía tibios, con zapatillas en los cables; las explicaciones y llantos de contentos por tener "un único desaparecido" bajo los escombros.
Los recuerdos quedaron enterrados bajo la desidia municipal, el lucro empresarial, la codicia inmobiliaria, en menefreghismo macrista, para hacerle compañía a ISIDORO. Las partículas vuelan lejos, pero no tanto, llevando la indignación al río, tal vez, no más, porque son suramericanas, no nacieron en Nueva York, no tendrán su hora de gloria, su 11S local, su "4N".
El río marrón se pondrá más oscuro, por vergüenza, por recibir en silencio regalos inoportunos, escombros dictatoriales, cadáveres voladores, botellas de gaseosas, excrementos, ineficiencias gordas de globos multicolores, propagandas amarillas y campañas sucias.
3 comentarios:
Impecable.
Gracias cumpa, abrazo
Comparto acá esto, Daniel. Lo copie en varios blogs amigos, es de La Otra y habla del hijo de Isidoro. Abrazos.
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