MILITANDO EL CUMPLEAÑOS

Fuimos temprano para poder sentarnos. Antes de tiempo, el microcine estaba lleno, o el auditorium estuvo repleto, o el miniestadio desbordaba de algarabía. Lo cierto es que a diferencia de los típicos actos militantes, charla o debate o exposición o panel, este era un festejo o conmemoración o evento, vibrante en grado sumo, como un motor en marcha con todos los caballos contenidos esperando para salir a la ruta. Todos los actos peronistas son así, pero esta gesta no es cualquiera.

Porque de lo que se trata es del cumpleaños de la LEY de MEDIOS, y cual niño que crece, con sus 2 añitos da sus primeros pasos, se tambalea pero avanza, a paso firme, o titubeante algunas veces, pero ya dejó de gatear y pinta para deportista, con toda la polenta y el empuje de los que empezaron a hablar y sabés que no van a poder pararlo nunca más. Esta ley puso negro sobre blanco la verdad oculta en medio de la mentira mediatizada.

Esta ley es una batalla contra la dictadura que sigue en pie, en distintos frentes: en la cadena nacional desinformativa de todos los días, en los jueces corruptos que dan cautelares al monopolio Clarín y La Nación, en los abogados que inventan trabas para la democratización del sentido y la palabra, en los dirigentes y diputados que se subordinan a los apetitos corporativos, en los defensores del pasado siniestro, en los cipayos y vendepatria.

Una cosquilla pequeña fue creciendo de adentro hacia afuera, y subía por las gargantas, fluía por los ojos y se arremolinaba en las sienes. Los que vivimos el miedo y el dolor de aquellos años, las desesperanzas que siguieron con "la casa está en orden" y las leyes de impunidad, el vituperio neoliberal, y la desazón del fin de siglo, jamás hubiéramos imaginado que esto era posible. Una construcción colectiva, imparable.

Cada uno de los compañeros que habló: Jose Rubén Sentis, Rafael Arrastía, Osvaldo Nemirovsci, Juan Manuel Rapacioli, Martín García, Alejandro Sandoval, Gabriel Mariotto, Miguel T. Demársico, Orlando Barone, Néstor Busso, Pedro Lanteri, Alex Freire y su esposo José Di Bello (disculpen si me olvido de alguien), fue una caricia de certezas que nos prodiga la vida en estos días. No somos concientes de todos los logros que trajo la LEY de MEDIOS para nuestro pueblo, para los pibes y pibas que ya no tienen mordazas y buscan permanentemente una sociedad sin hipocresías, falacias y bravuconadas.

Recuperamos la memoria y la autoestima, los símbolos y la mística, que no es poco.

Tenemos presente.

Soñamos posibles futuros.

Vivimos felices.

Viva la patria.

Daniel Mancuso