Podríamos afirmar que un billete es además de muchas cosas, un símbolo. El símbolo arranca un pedazo de naturaleza en el hombre y se lo pone en frente como representación.
¿Qué representa Roca en el billete de 100 pesos?
“Como la psique y la materia están contenidas en uno y el mismo mundo y además están en contacto permanente y descansan en última instancia sobre factores trascendentales, no sólo existe la posibilidad sino también cierta probabilidad de que materia y psique sean dos aspectos distintos de una y la misma cosa” (Carl Gustav Jung 1970, pág. 159)
Así, el símbolo se comporta en parte como representación y en parte no. Por un lado es representación porque puede entrar en una dialéctica de sentido, o sea, gracias a su mecanismo de mediación nos permite una interrelación mediata con el mundo que se instaura en una operación de significación, ofreciendo un contenido a interpretar y haciéndose por esto mismo comunicable, insertándose a su vez en todo sistema cultural. Por otro lado no es representación, ya que no funciona como la presencia de una ausencia, sino como la presencia de una presencia.
¿Qué presencia evocan algunos de los personajes que habitan nuestras billeteras, o monederos?
Según Mario Trevi, el símbolo remite a su otro “pedazo” como condición de su totalidad.
“Símbolo, originariamente, es lo que se remite a una parte, de la que ha sido separado, para aparecer como un todo” (Trevi 1996, pág. 40).
Esto significa que ese otro que está conectado con él forma parte asimismo de un orden de lo completo, de lo unificado, de lo total. El símbolo nos habla de esta unión.
“Evoca el todo del que ha sido substraído y de cuya reunificación él adquiere sentido. Un número finito (o incluso transfinito) no evoca la totalidad de los números, como tampoco una perla evoca la totalidad de las perlas. Para que eso ocurra es necesario que se cumpla el proceso de la formación del concepto capaz de inferir lo universal de lo particular. Por el contrario, el proceso que evoca el símbolo es el de una inserción dentro del orden que lo completa, al incluirlo en la totalidad originaria”. (Trevi 1996, pág. 41).
Surge la pregunta: ¿A qué parte del país evocan Bartolomé Mitre o Julio Argentino Roca o Domingo Faustino Sarmiento, en sus respectivos billetes, que día tras día están en nuestras manos?
Surge otra pregunta: ¿subsisten todavía esas totalidades que son remitidas por los billetes?, en otras palabras, esa Argentina granero del mundo, oligárquica, mirando a Europa, culturalmente colonizada, de Mitre Roca Sarmiento, ¿dónde esta, HOY?
Ese país que ya no existe, que reclaman Mariano Grondona en la tele, o Hugo Biolcati en LA RURAL, ¿Merecen reprentarnos a todos a través de un billete de cien mangos?
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Leemos en La Nación que varios diputados del Frente Para la Victoria (FPV) impulsan la emisión de un billete de cien pesos con la imagen del expresidente Hipólito Yrigoyen, que reemplace la actual de Julio Argentino Roca. Es una buena noticia: ¿billetes de 100 con la imagen de Yrigoyen? ¿Por qué no?
Proponen la emisión de un billete de 100 pesos conmemorativo del Bicentenario que llevará la imagen del ex presidente Hipólito Yrigoyen en el anverso, y otra representativa del Grito de Alcorta, que recuerde la rebelión agraria en Santa Fe, ocurrida a principios del siglo pasado.
Los diputados Héctor Recalde, Diana Conti, Carlos Kunkel, Adriana Puiggrós, Remo Carlotto, Octavio Argüello, Carlos Moreno, Adela Segarra, Gustavo Dutto, Luis Cigogna, Juliana Di Tullio, Juan Carlos Lorges, María Teresa García y Graciela Giannettasio fueron quienes firmaron el proyecto de ley, que contempla la regulación del billete por parte del Banco Central.
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El símbolo es una máquina transformadora de energía. El símbolo nos ayuda a elevar nuestra vida a un plano superior, nos puede sanar de la enfermedad moderna que podríamos llamar “literalidad”. El tiempo nuevo que estamos construyendo, la historia que germina luego de la derrota y la sangre, florecen en nuevas conquistas y significados, nuevos símbolos como partes de un todo nuevo en formación.
¿Qué necesita el hombre y la mujer modernos para entrar de nuevo a un nivel psíquico y a un plano mitológico general que sane nuestras angustias? El camino que se vislumbra, sin lugar a dudas, es el del símbolo, afirma el colombiano Leonardo Alejandro Hincapié.
Llego la hora de revisar los nombres de las calles, los bronces oxidados, los símbolos.
¿Usted qué opina?
2 comentarios:
¿Qué pasó con el proyecto de poner la cara de Juana Azurduy en los billetes de 100 pesos en reemplazo de Roca? ¿lo cajonearon?
La verdad es que no sé, pero con tal de sacar a Roca, pongamos al payaso Plin Plin
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