Elegir un compañero es un acto de amor. El amor es una calidad de relación entre los seres humanos. Las personas se ayudan y crecen en un ida y vuelta de afecto y respeto mutuos. La felicidad se nutre de esa reciprocidad irracional, un sentimiento vivo del otro en el corazón propio.
El amor es una elección crucial, que nos pone en pugna con nosotros mismos. El ego o el otro. Una dicotomía que resuelve nuestro paso por la vida, si solidarios o individualistas. Así se plasma nuestro rol en la sociedad. Usuarios o creadores. Todo el tiempo estamos eligiendo, a cada momento. Al escoger, dejamos algunas cosas afuera, optamos por otras. Se pierde. Se gana.
Cristina perdió la paz del retiro con gloria. Va por la reelección. Ganó un compañerazo, juventud, talento, lealtad.
Amado no es participio pasado, es presente de lucha y futuro de posibles victorias.
Pasan cosas raras en el peronismo. Amamos sin tapujos, sin medir los riesgos, a contramano del mundo material y tecnológico que nos separa de nuestros hermanos. Amamos a los que menos tienen, a pesar de la roña; elegimos a nuestros enemigos, casi siempre poderosos. Lo hacemos con estusiasmo huracanal.
Nos odian de igual modo.
3 comentarios:
hermosas palabras! lo llevo al fcbk, saludos
excelente compañero!!!!
buen domingo!
Adal
abrazo grande compañeros
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