OID MORTALES DESMEMORIADOS

...Se levanta a la faz de la tierra
Una nueva y gloriosa Nación...


Yo creo que sí, ¿vos qué opinas?, vamos, ejercitá la memoria reciente, para no ir tan lejos, 10 años nada más...

Quizá te olvidaste la emoción que sentías frente a la bandera, cantando el Himno en la escuela. Quizá se hayan perdido la piel de gayina y el hueco en la panza en los vericuetos del tiempo (y las insensibilidades del crecimiento del cuerpo, la devaluación del alma) y la colonización cultural, tan vigente.

Los que tenemos una razón para volver a la escuela, de la mano caliente de un infante compatriota, le agradecemos a la vida que nos devuelva estas pequeñas alegrías...


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... porque una de las claves -y lo digo siempre en todo momento que puedo- es la colonización cultural. Y la colonización cultural más importante que se ha producido, ha sido dentro de nuestra propia intelectualidad, dentro de nuestros propios académicos que son, precisamente, los que deberían ser los grandes iniciadores y los grandes formadores de nuevos pensamientos y de pensamientos que, además, les sirvieran a las sociedades.

Porque siempre digo, como egresada de universidad pública y gratuita, que nosotros tenemos una deuda mucho más grande que la que tienen otros, porque tenemos una deuda con Sofía y con muchísimos chicos de La Matanza y con muchísimos otros, porque los chicos como Sofía hoy están en el colegio, están recibiendo su netbook, pero tenemos mucha deuda con los que ya tienen veinte y pico o treinta y pico y que no pasaron por el colegio y que pueden ser una generación perdida y que Dios sabe qué cosa podrán estar haciendo para sobrevivir...



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El año pasado escribimos algo sobre el DÍA del HIMNO NACIONAL...

Un dia como hoy, hace 198 años, nacía la canción más cantada en la escuela, la que nos acompañó en la adolescencia, y después en cada marcha donde estaba en juego la libertad y la vida. Gritamos el Himno en la dictadura y en la democracia para pelear por los derechos pisoteados. Le escupimos el himno a la cana con sus cascos y bastones de reprimir conciencias, mientras hacíamos la V de la victoria, en medio del humo lacrimógeno...

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Daniel Mancuso