Aunque tuvo algunas recaídas sigue en pie. Aún se viene salvando del virus inmobiliario neoliberal. El barrio conserva cierto aire provinciano difícil de imaginar en plena Ciudad Autónoma arrasada por el macrismo y sus amigos constructores de edificios enormes con piso entarugado, portero visor y pileta.
Comparado con Caballito, Almagro o Villa Urquiza, Saavedra parece el paraíso terrenal, tenemos sol y podemos ver el cielo sin toparnos con una torre que nos tape el horizonte, por ahora.
Entre la avenida Cabildo, la avenida General Paz, la avenida De los Constituyentes, Crisólogo Larralde, Galván, Núñez, Zapiola y Crisólogo Larralde; se juntan 464 manzanas de casa bajas, árboles y pájaros.
- Entre 1872 y 1873, don Florencio Emeterio Núñez, hombre prominente y dueño de una inmensa fortuna, adquirió una gran extensión de tierras ubicadas en una zona alta del noroeste de Buenos Aires denominada “Las lomas de Saavedra”, donde se hallaba el casco de la estancia de don Luis María Saavedra que hoy es sede del Museo Histórico Brig. Gral. Cornelio Saavedra y donde se conserva el acta de fundación del barrio homónimo.
De acuerdo a lo expresado por la Junta de Estudios Históricos de Núñez y Saavedra, éste es el único barrio de la Ciudad que fue fundado en un acto formal y por lo tanto legitimado por acta.
Buenos Aires trataba de expandirse hacia el norte y el oeste después de haber sufrido un par de años antes una grave epidemia de fiebre amarilla.
Núñez, empresario con un gran espíritu de lucha, confió plenamente en el valor de esas tierras y vislumbró el progreso de la zona. Por ello, formó una sociedad llamada “Núñez y Cía.” cuyo principal objetivo era la fundación de un pueblo que se llamaría Saavedra en honor al primer presidente argentino.
Así fue como esta sociedad comenzó una batalla denodada contra el barro, los bañados, la vegetación y los pozos insalubres, para convertir el lugar en un modelo de ciudad con su debida parcelación, sus calles, nivelación de piso, desagües y acueductos.
Ya en Abril de 1873, los trabajos mencionados estaban muy adelantados y entonces se programó la fundación del nuevo pueblo. Para ello, se eligió el Domingo 27 de 1873, organizándose una ceremonia central a orillas del lago artificial de Saavedra, hacia donde, cerca de mediodía, convergieron casi 2.000 invitados entre los que se encontraban eminentes jurisconsultos, empresarios, políticos, comerciantes y personas interesadas en conocer las virtudes del lugar, todos ellos llegados en un tren especial que había arribado a la estación de Núñez, inaugurada el mismo día y que diera origen a la fundación de ese barrio. Al son de bandas de música, brindis y discursos en medio de una gran algarabía, ese día quedó oficialmente constituida la inauguración del Barrio de Saavedra.
Muy pronto comenzaron los remates de aquellos terrenos y rápidamente se levantaron casas quintas, de familia y comercios, en principio pulperías y luego almacenes de ramos generales y despachos de bebidas. Se afincaron familias distinguidas y poco a poco la zona alcanzó un notable desarrollo, acrecentado por la inauguración de la estación ferroviaria en Febrero de 1891, de enorme importancia como medio de comunicación.
Se nota que lo han descuidado, Mauricio Macri vino un par de veces, se sacó fotos, maquilló un poco y se fue de viaje. Puso toda la plata en comprar patrulleros, uniformes y gorritas para la Metropolitana.
Mientras, los que pateamos todos los días el barrio, nos tropezamos con las baldozas flojas y rotas que apenas tienen 2 años de colocadas, los bancos del boulevar o del Parque ya están destruídos y no te podés sentar. Los baños públicos estan siempre cerrados, justo cuando los fines de semana el Parque se llena de gente. Pusieron un poco de pasto y un caminito y punto. La verdad es que el enorme cartel amarillo que anunciaba el presupuesto destinado al Parque Saavedra (más de 6 millones de pesos) no se sabe dónde fue a parar. ¿Se lo habrá llevado alguna de las inundaciones que todavía nos atemorizan cuando llueve fuerte? ¿Quién sabe?
Daniel Mancuso
No hay comentarios:
Publicar un comentario