La historia del peronismo está íntimamente ligada a la historia argentina, de modo que se funden en una sola, desde 1945 hasta nuestros días.
En 1955, la antipatria canalla, a través de Leonardi, Aramburu y Rojas, con la complicidad de civiles y militares, desarrolló el golpe de Estado que abortó la experiencia popular de los mejores 10 años que habían tenido los trabajadores. Los peores años estaban por venir: persecusiones, cárcel, fusilamientos, exilio.
Resistencia peronista. El pueblo aprendió duramente en las calles y en las fábricas a defender su dignidad. Luego se sumaron los estudiantes y la juventud. Los milicos jugaban al juego de la silla en la Casa de Gobierno, y reprimían toda maniestación popular.
El 16 de noviembre de 1972, el gobierno dictatorial del General Alejandro Agustín Lanusse desplegaba una gran cantidad de efectivos militares en torno al aeropuerto de Ezeiza, que no pudo impedir la masiva movilización, se le hizo imposible contener a los miles de militantes que lograron cruzar el río Matanza bajo una fuerte lluvia. Volvía Perón luego de casi 18 años de ausencia, de luchas y proscripciones, de sueños que se habían roto y volvían a nacer. Lo que parecía imposible estaba por ocurrir.
17 de noviembre. Perón vuelve. Durante años fue pintada, avión negro y utopía...
38 años después, los de hoy somos aquellos, los jóvenes de la Juventud Peronista, nos volvemos a encontrar en este 17, con la mente y el corazón para reflexionar sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Haynuevos pibes sumados a la militancia. Con amor y con mística profundos.
Segú Octavio Paz, la búsqueda del futuro, termina con la reconstrucción del pasado...
Luego de la muerte de Néstor, quedó demostrado que esto recién empieza, que es como decir que empieza de nuevo, o si se quiere, nunca dejó de pasar. Liberación o Dependencia. Siempre fue la consigna. Hoy, un sector de la dirigencia política se opone a los avances populares conquistados a través del gobierno encabezado por Néstor Kirchner primero, y Cristina Fernández ahora. Son el mascarón de proa del poder mediático y corporativo que hundió a la Argentina en la crueldad del neoliberalismo, los que fueron complices de los genocidas y ya no tienen posibilidades de hacer un golpe de Estado.
La historia y la memoria popular. Un legado para nuestros jóvenes, que puedan entender y creer que es posible la integración vital de la conducta personal con la política, la coherencia entre la palabra y la acción, la solidaria confluencia de los fines personales con el destino común.
Perón vuelve. Durante años fue pintada, avión negro y utopía...
En 2003, Perón volvió de nuevo. Hoy seguimos peronizando la patria. Cristina conduce el proyecto nacional y popular aunque algunos se opongan irresponsablemente, cultivando la más idiota antipolítica de que se tenga memoria. Ya no hay dictadores ni represión. Hay oposición y gorilas mascullando broncas, sobreactuando berrinches. La Unión Democrática ahora se llama Grupo A... Y en vez de Braden o Perón, los pibes cantan: Cristina o Magnetto...
sin presupuesto
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Daniel Mancuso
2 comentarios:
Querido Mancu. Este día desperté pensando en vos, recordé a Adri (releí algunas líneas del Perejiles...), en Ada Porta, compañera de la JP allá en Lomas; en los Musso, de La Perla, ambos todavía desapaerecidos; en algunos queridos y queridas cros del MPB: Silvita, claro, y Fumale y Mario, Walter, Pipo, Chino, Pampa, Diego, Marcelo, en miles de vidas paralelas, parecidas, desconocidas que transcurren iguales a la propia, hoy con un destino. Vidas de gente buena, que piensa en los otros antes que en sí misma y que va por la realidad quitándole lagañas, soplándole las neblinas que la deforman, transformándola, de puro guapa. Gente que predica una verdad, una creencia, una fe. Y que cada vez que aparece, como decirlo, a los que estamos cerca nos vuelve a salir el sol. Nada, eso, amigazo.
Uh, Turco, porqué será que me emociona leerte, chorrean amor tus palabras, chorrean vida, no ahora, siempre. Gracias, hermano que la vida me regaló para imaginar futuros que ni siquiera veremos pero vale soñar, carajo...
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