JULIO CESAR STRASSERA DERECHO Y HUMANO

No hay información del abogado Strassera, Julio Cesar, nacido en 1933, quien durante la dictadura iba a visitar a los que estaban detenidos en situaciones no muy claras tirando a oscuras. ¿Qué raro no?

Todo lo que aparece en Google es:

"El fiscal del histórico juicio a las Juntas... bla, bla, bla".

Pero Lidia Papaleo cuenta otra cosa. Ella estuvo detenida y torturada por la injusticia militar genocida, y Don bigote derechos humanos hizo bien poco por ayudarla...

¡No, cómo que no hizo nada!, hizo que le sacaran las esposas. ¡Un capo bigote!



1. Deleznable

Un entusiasta opinator fue el abogado Julio César Strassera, siempre presentado como el fiscal del juicio de 1985 a las juntas militares. Según Strassera, cuando investigó la relación de Graiver con Montoneros, Lidia Papaleo no le mencionó Papel Prensa. Para Strassera “la única presión que tenía Lidia era del lado de Montoneros. Los diarios ni siquiera le insinuaron que vendiera Papel Prensa”. Agregó que el gobierno “para cualquier enemigo político se inventa un crimen de lesa humanidad o relación con la dictadura. Es deleznable”.

Los medios que reprodujeron estas declaraciones no se preocuparon demasiado por precisar en qué marco Strassera mantuvo esos diálogos. La viuda, el padre y el hermano de David Graiver fueron condenados, en 1977, a 15 años de prisión por un tribunal militar.

La Corte Suprema de Justicia dejó sin efecto esas condenas y pasó el expediente a la justicia civil, aún bajo la dictadura. El propio Strassera contó que cuando llegó para el interrogatorio su interlocutora estaba esposada y él ordenó que le liberaran las manos. Sólo las manos: el fiscal pidió 5 años de prisión para Isidoro Graiver y Lidia Papaleo.

El juez Fernando Zavalía los absolvió, decisión que fue apelada por Strassera, también sin éxito, porque el país ya era otro.

Horacio Verbitsky
(29/08/10)

2.

 
—¿Usted ve a esta Corte como un tribunal independiente?

—Creo que sí. No estoy de acuerdo con algunos fallos, pero creo que tiene un grado de independencia mucho mayor que la anterior. La anterior fue una vergüenza. Estaba absolutamente sometida al Poder Ejecutivo. Ahora, hay cosas que a mí no me satisfacen, como el fallo en el que señala que los delitos de lesa humanidad sólo pueden cometerse desde el Estado. Y esto no es así. La Argentina firmó el protocolo de Roma, que dice claramente con respecto a esto que “son crímenes de lesa humanidad aquellos cometidos por el Estado o una organización”...

Perfil

(03/02/08)

3.

El proyecto para que la Justicia pueda realizar ADN obligatorios para aquellos jóvenes que podrían ser hijos de desaparecidos sigue sumando voces a favor y en contra. Esta vez, el ex fiscal del juicio a las juntas, Julio César Strassera, sostuvo que deben respetarse los derechos de los mayores de edad “que no quieren averiguar su origen”.

Así, el abogado consideró en radio Continental que “no se puede tratar de defender los derechos humanos contra los derechos humanos”.

Strassera, en contra del ADN obligatorio
(oct 2009)

4. “Strassera se desentendió de lo denunciado por la viuda de Graiver”

En los juicios por crímenes de lesa humanidad se escucha a varios testigos sobrevivientes decir que durante todos estos años no pudieron declarar porque no confiaban en la justicia. Si se piensa en que en los campos de exterminio las víctimas no contaban con ninguna protección legal y que no había juez o fiscal que pudiese tener idea de lo que allí adentro ocurría, a los sobrevivientes no les falta razón. En esos campos se buscó la aniquilación de la personalidad, torturar a los cautivos, vejarlos, mientras miles de habeas corpus eran rechazados por los jueces con el consentimiento de los fiscales, entre ellos, Julio César Strassera.

En el caso Papel Prensa se oyen versiones encontradas. Afortunadamente contamos con la investigación que 25 años atrás realizó el titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, Ricardo Molinas, quien produjo un dictamen denunciando penalmente a los miembros de la Junta Militar, a José Alfredo Martínez de Hoz y a otros funcionarios.

También reclamó la nulidad de la adjudicación de Papel Prensa a los diarios Clarín, La Razón y La Nación.

La versión que ahora sostienen Clarín y La Nación (y también Pino Solanas), en cuanto a que Molinas no halló irregularidades, es rotundamente falsa, como falsa es la versión brindada por Isidoro Graiver días atrás. Al declarar ante Molinas, en 1985, dejó en claro que existieron presiones para traspasar las acciones a Clarín y La Nación, y que el gestor fue un miembro de la Armada, Francisco Manrique.

Muchos se preguntan por qué Lidia Papaleo habló luego de tanto tiempo, entre ellos, Strassera, quien agregó que a él, que había sido fiscal en la causa en la que, en la dictadura, se investigó el nexo entre Graiver y Montoneros, Lidia no había dicho nada sobre Papel Prensa.

Recuerdo a Ricardo Molinas, con quien tuve el honor de trabajar, decir que Lidia Papaleo no creía en la justicia porque estando secuestrada era visitada por Strassera, en su rol de fiscal. A él le denunciaba los abusos y torturas a los que era sometida. Como toda respuesta recibía “a mí sólo me interesa el nexo Graiver-Montoneros”.

El fiscal de la causa, Strassera, se desentendió, como en todos los habeas corpus en los que intervino, de la suerte de las víctimas. Luis Moreno Ocampo, que continúa con su postura de que estos juicios no deberían existir, le siguió los pasos.

Investigar el caso Papel Prensa es una cuestión medular para el Estado de Derecho. La versión de los miserables va en otro sentido.

Rodolfo Yanzón
Abogado de Liga Argentina por los Derechos Humanos
(27/08/10)

Saque usted su conclusión...

Daniel
Mancuso