Podemos aceptar como lógico y esperable que tanto Clarín como La Nación se defiendan con uñas y dientes y ataquen al gobierno nacional para correr la atención hacia otro lado.
Sin embargo, aunque hagan muchos esfuerzos, y critiquen y mientan y distorsionen las noticias, la sociedad está despertando de la larga pesadilla maquillada de ignorancia e ingenuidad en que estaba inmersa.
Lo que no se entiende, confunde a algunos, e indigna a la mayoría, es que la oposición defienda al grupo Clarín con tanta vehemencia y ceguera absoluta. Los diputados y senadores fueron elegidos por el pueblo para que representen a la sociedad, no para que defiendan intereses monopólicos, empresariales, corporativos...
Ellos hablan de libertad de Prensa, de institucionalidad, de República y consenso democrático, pero defienden a Clarín y La Nación que se quedaron con Papel Prensa cuando...
... En 1976, la dictadura declara caducos los mandatos del presidente de la Nación Argentina y de los gobernadores y vicegobernadores de las provincias; en el artículo cuarto disuelve el Congreso Nacional, las legislaturas provinciales, la Sala de Representantes de Buenos Aires y todos los consejos municipales de provincias; remueve a los miembros de la Corte Suprema de Justicia la Nación, al procurador general de la Nación y a los integrantes de todos los tribunales superiores de todas las provincias de la República Argentina; suspende la actividad política y de los partidos políticos a nivel nacional, provincial y municipal; suspende las actividades gremiales de trabajadores, empresarios y profesionales; notifica lo actuado a los embajadores, a quienes no mueve, y designar, una vez efectivizadas las medidas, a un ciudadano que ejercerá el cargo de Presidente de la Nación...
No se trata de una pelea entre el gobierno y Clarín, como una nueva versión de la Teoría de los 2 demonios que quiere instalar la oposición. No se trata de la Ley de Medios, Fibertel, Papel Prensa... Es el devenir histórico de una sociedad democrática que quiere salir del pantano neoliberal que hundió el esfuerzo y la vida argentinos en la cambiante ciénaga de miseria y muerte que comenzó en la dictadura, siguió en el menemato y explotó en 2001.
Dice Mario Wainfeld, en Página 12:
Hablemos de los hechos, para desafiar una regla dominante en la comunicación cotidiana. Las acciones de Papel Prensa se vendieron en los primeros meses de la dictadura militar, en el tramo más brutal (a la vez fundacional) del terrorismo de Estado y de la violación de las garantías constitucionales, empezando por la división de poderes. La dueña de las acciones transferidas, Lidia Papaleo de Graiver, jamás se juntó con el precio. Todos los adultos integrantes de la familia Graiver fueron secuestrados y torturados.
Durante décadas, Papel Prensa controló el mercado con prácticas monopólicas. El Estado nacional fue un socio bobo, mudo y sumiso ante un poder fáctico superior al de sucesivos gobiernos, dictatoriales o democráticos.
El actual Ejecutivo, a partir de conflictos coyunturales, tomó la valiosa decisión política estratégica de limitar el poder del Grupo Clarín. Entre otras movidas, se implicó activamente en la empresa, sacudiendo la modorra estatal, haciendo valer cuanto pudo su posición minoritaria. En el trayecto, investigó el origen de la compra de las acciones. Produjo un material contundente, presentado ayer en la Casa de Gobierno.
NO PASES POR ALTO EL VIDEO, MIRALO, ESCUCHALO, MOSTRÁSELO A TUS HIJOS.
LA HISTORIA ESTA PARIENDO UN TIEMPO NUEVO EN LA ARGENTINA: LAS OSCURAS ENTRAÑAS DE LA MENTIRA SE DISUELVEN A LA LUZ DEL TRABAJO COTIDIANO POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA.
Daniel Mancuso
1 comentario:
Sinceramente espero que los contras entiendan. Más bien, que la gente común que venía peleada con el gobierno, comprenda. Que esta es una instancia jodida de una lucha profunda. Y que el destino de los argentinos, más que nada por venir, está en juego. Y que peder esta lucha es ir al aislamiento seguro de los más desposeidos.
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