Lo conocí en uno de mis viajes a la casa de los nonnos. Iba mirando la belleza paradisíaca del mar Tirreno, a través de la ventanilla del omnibus, por ese camino de cornisa entre Rota Greca y Fuscaldo.
Al cruzar las montañas, después de los largos túneles cavados en la panza de los cerros, se abrió dios sol brillando en las aguas mansas del horizonte calabrés. Un señor, a mi costado, me dijo fascinado, con la voz entrecortada: questo non essiste, non essiste, e noi siamo un sogno di Dio. Era Diego. Se llama Diego Abatantuono y es un conocido actor italiano.
Hablamos mucho, y al llegar a destino nos fuimos a comer unos tagliatelli en una fonda de aquellas. Nos bajamos 3 botellas de bonarda que según la autora era el mismo vino que tomaba Nerón.
-¡Qué lo parió! -dije.
- ¿Sos argentino? -me pregunta sorprendido.
- Sí, claro, ¿qué te pensabas?.
- No sé, no me di cuenta, tu acento no se nota en italiano.
Hubo un largo silencio. Y de pronto, me confiesa que tiene un gran dolor irresuelto, esas cosas que ni la fama ni el dinero te solucionan. Diego tiene un hermano perdido en la Argentina.
- ¿Dónde, macho?, contame.
Sus ojos se ponen vidriosos:
- En Mar del Plata, creo. Mi viejo estuvo allí unos años trabajando como pescador. Después fuimos todos para allá. Vino la dictadura y todo se puso muy difícil. Se separó de mi madre y yo me viene para acá con él. Ella se quedó con mi hermano mellizo allá. No supe más nada. Hace 30 años que no nos vemos, ¿cómo estará?
Me quedé pensando, yo conozco gente en M del P.
- Decime, Diego, ¿cómo se llama tu vieja?
El tano sonríe esperanzado y me abraza:
- María, María Rapacioli.
- Dejame ver si te averiguo algo...
Daniel Mancuso
2 comentarios:
y si, se parecen muchísimo
muy bueno lo suyo Daniel!
abrazos y buen fin de semana
Adal
Espero que sea peronista e hincha de boca, porque sino el Rapa lo deshereda!! Bah , seguro que lo adoctrina!
jajaja
besos , Dani
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