Los que somos padres estamos en problemas. A medida que pasa el tiempo, el problema se agranda: No sólo porque los pibes vienen con un nivel de desarrollo intelectual inusual que nos confronta con nuestras imposibilidades y miserias, a cada instante, sino además, porque la basura externa que viene a por nuestros gurices es cada día más efectiva.
Si de verdad los amamos, si de verdad queremos lo mejor para ellos, debemos hacernos cargo del desafío complejo que se nos presenta en su educación y formación, cotidiana y constantemente. El peligro está ahí. Lo tenemos en casa, está clavado en su altar inmaculado: el televisor. Como la gota china, inexorable, la televisión cumple religiosamente su tarea corrosiva y silenciosa.
¿Qué hacer ante este enemigo casi inevitable en nuestras vidas?
No existe una receta, pero el tiempo, el implacable, el que pasa y se va, debería ser un insumo prioritario al servicio de nuestro amor por ellos. Más tiempo para los pibes redunda en menos tiempo solos frente al aparato. Se puede, sólo hace falta la decisión política y la puesta en acción.
También podemos sentarnos y ver la tele junto a ellos. ¡Te quiero ver!. Hay que corroborar qué están viendo los chicos, qué no deben ver, y disfrutar juntos. Es más fácil, usarlo para otras cosas (el tiempo, digo) pero un buen papá, una mamá que se precie de serlo, no pueden abandonar a sus hijos a la deriva de los mensajes y contenidos tóxicos que salen de la pantalla...
TELEVISION DE HOY EN DIA: ZAPING KOLLA
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Daniel Mancuso
2 comentarios:
Importante problema el que plantea compañero. A pesar de no ser padre aún, se entiende perfectamente lo ocuapada que puede tener la cabeza de un adulto la toxicología de la mayoía de lso contenidos televisivos.
Pero lo positivo es que, como con todas las cosas, se tiene la oportunidad de elegir y de enseñar a elegir, en base a gustos y convicciones.
Porque la TV no es contaminadora porque sí, sino por o que escupe. Así como un libro no es bueno sólo por ser libro, sino por lo que reza...terminar con esa eterna dicotomía, y entender a la TV como un fenómenos social -esto esto es con sus virtudes, defectos y contradicciones- es el primer paso para que cualquier pibe se enganche con una buena ficción (que las hay) o algún documental u evento deportivo de talla.
Abrazo!!
Lo único que un Estado (nacional, provincial o municipal) puede hacer para contrarrestar esto es vincular a las escuelas públicas con los clubes de barrio y sociedades de fomento, para que los chicos salgan de un lado y vayan al otro y realicen distintas actividades que los hagan crecer como personas, o aunque sea distraerse y divertirse entre amigos. Luego de eso, es todo responsabilidad familiar y de los padres.
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