Estamos cerca. Pese a los desesperados intentos del Monopolio por trabarla, la aplicación de la nueva ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, atascada en los vericuetos espurios de los tribunales ya es un hecho.
La regulación de los servicios de comunicación audiovisual en todo el ámbito territorial de la Argentina y el desarrollo de mecanismos destinados a la promoción, desconcentración y fomento de la competencia tienen como fines el abaratamiento, la democratización y la universalización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Se considera a la comunicación audiovisual en cualquiera de sus soportes una actividad social de interés público, de carácter esencial para el desarrollo sociocultural de la población, por el que se exterioriza el derecho humano inalienable de expresar, recibir, difundir e investigar informaciones, ideas y opiniones sin ningún tipo de censura.
Una de las deudas más importantes que la nueva ley 26522 viene a saldar es revertir la hegemonía de los medios concentrados de la Capital Federal sobre el resto del país, en materia de producción de contenidos para toda la población. La aparición de nuevas voces, nuevos canales y contenidos dará aire fresco a la Comunicación y profundizará la democracia.
Daniel Mancuso
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