Había olor a tierra. Venían del fondo de la historia, a contraluz por la 9 de Julio. La tarde nublada se llenó de colores. Vibraban sus cantos en nuestros pechos conmovidos.
La historia estaba desfilando en nuestras narices. Pasaron los siglos, los pueblos. Boquiabiertos lloramos la pena vieja multiplicada por centurias de injusticias. Y nos condolimos de tanta indiferencia.
No se podía creer. Mirábamos asombrados sus rostros marrones, surcados por el tiempo y la paz del volcán dormido...
la tierra no se vende... la tierra se defiende...
Había olor a yuyos. Si sumamos la edad de cada uno, resultan millones de años de resistencia y sabiduría, de amor a la naturaleza...
el agua no se vende... el agua se defiende...
Había olor a verde, a selva virgen, a campo sin glifosato. Había animales y truenos y noches e inviernos. Había milenarias cacerías y frutos del bosque. Había fogones y miradas profundas como el agua del río torrentoso que galopa la cañada y moja las patas que fatigaron praderas y vencieron montañas.
Había otro subsuelo de la patria sublevada. Había otro subsuelo de la patria sublevado. Había esperanza y dignidad inclaudicables.
Mientras tanto, en Ciudad Monopólica, la vida era insoportable...
Marchas y trabajos del Bicentenario provocan un caos en el centro porteño
A pocas horas del comienzo de las celebraciones por el Bicentenario, el centro porteño tuvo otra jornada dominada por el caos. A los preparativos para los actos en la avenida 9 de Julio se sumaron varias marchas y protestas, que le aportaron color a la tarde gris y también, una dosis de nervios a los automovilistas.
La Marcha Nacional de los Pueblos Originarios, que había salido hace más de una semana de distintos puntos del país, cerró su recorrido esta tarde en Plaza de Mayo. Antes de ser recibidos por la presidenta Cristina Kirchner, los manifestantes reivindicaron sus derechos ancestrales...
Daniel Mancuso
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