CUANDO CAIGA CLARÍN (CCC)

No habrá más revistas VIVA en la peluquería del barrio, ni en el consultorio del dentista. El diarió vendrá tan flaquito que no alcanzará a cubrir el piso cuando pinte la ventana del baño. No podré usarlo de alfombra precaria los días de lluvia. Los huevos se venderán desnudos y tal vez los obispos pongan el grito en el cielo. Si me alcanza haré una cometa, porque el papel barrilete viene muy delicado y si no, recortaré los titulos con la nena para enseñarle las malas palabras, para que no las diga.

CCC haré una fiesta con guirnaldas de papel de diario atravesando el patio y las prenderé fuego con un fósforo Ranchera, con hilo y todo, y apagaré la fogata con un sifón Drago de acero inoxidable que usaba mi viejo, cuando tomaba Crespi tinto, los domingos. Y me reiré hasta hacerme pis encima.

Todos sabrán que hubo desaparecidos y bebés apropiados, hablarán los que nunca lo hicieron, y se pondrán moralistas y dirán: "Qué barbaridad", "No sabía nada"...

La famosa dueña del gran diario argentino será famosa por un rato, como la famosa animadora que escondió un Mercedes Benz para discapacitados debajo de un montón de paja. Después será un nombre olvidado, un apellido lejano y difuso, como Celestino Rodrigo o Juan Vital Sourrouille.

CCC compraré un libro de ajedrez para saber qué significa JAQUE MATE. Releeré Crónica de una muerte anunciada. Y por último, haré un cucurucho grande grande con el diario entero, lo llenaré de maní con cáscara, me iré al zoológico de la calle Tacuarí y seré feliz convidándole cacahuates a los gorilas que me encuentre.

Daniel Mancuso