¿De qué hablamos cuando hablamos del Bicentenario? ¿De un simple cumpleaños en la tapa del Billiken, con escarapela, acto escolar y discurso anquilosado de maestra aburrida? ¿O tal vez, nos permitamos escudriñar nuestra historia y orígenes de lo bueno y lo malo de la argentinidad?
Una tarea muy complicada, pero apasionadamente interesante, y necesaria...
UN PURO CREAR
Esos ojos abiertos a la nada
Que se ocuparon de exhibir inertes,
Como si el peso de lo contemplado
Fuera en esa maniobra abominable,
Desterrado
Esos ojos, sus ojos, su cabeza
Desafiando la cámara vidente
Tan dura y tan difunta y perseguida
Prepara una revancha, hoy se me ocurre,
De la vida.
La pupila que afronta congelada
Un vuelo de espesor agarrotado
Presagia que la historia demorada
Es una vena abierta, inagotable
Y anudada.
Tal vez lo estaba viendo desde entonces
Con tantas vidas dentro de su muerte
Detrás de las exequias del poniente
Un hijo de esta tierra, un indio aymara,
Presidente.
Abre una flor aquel viejo dolor
Siempre a la forma precede el color
Como las gotas que al torrente van,
Junta sus hijos el verde cocal…
El hombre nuevo es un puro crear
Tan en la luz no lo vieron llegar…
Porque la muerte no impide crecer
No es a morir, sino hasta vencer.
MOTIVO PARA UN TAPÍZ
De mujer con el pelo espeso y
varón desnudo como caballo
visceral eco de sordos cascos
en la tarde de plomo vertical.
Con ombligo de cobre sobre sepia
y espaldas mordidas de salitre
pedernal encendido con un gesto
ancho y hondo, terroso y genital
En este amor aborigen se busca pertenecer
mientras el oro y el odio rajan el atardecer…
De preñez, y de sed ardiente
de sudor y porfía en existir
lagrimal testigo que florece
en los huesos blanqueados por la sal
Y la sangre enhebra los puñales
de dolor saciados y, avergonzado
mineral el surco viborea
y se corta en la esquina sin firmar
En este amor aborigen…
De mujer con el pelo espeso y
varón desnudo como caballo
visceral eco de sordos cascos
sobre tarde de plomo vertical.
Por los resquicios del sueño
surgen espasmos de luz
sin los barcos irrumpiendo
sin la peste
y sin la cruz
El amigo y compañero Hugo Fernández Panconi nos regala su arte en canciones. Como miles de artistas populares hace su aporte humilde y talentoso a la búsqueda de las verdades escondidas, las pasiones olvidadas, los pueblos sometidos. Recuerda los males que nos persiguen desde el origen, la lucha silenciosa de la nación latinoamericana que nunca cesó de buscar el camino hacia la felicidad y la justicia plenas.
Daniel Mancuso
No hay comentarios:
Publicar un comentario