¡QUÉ NIVEL!

Cristina ofende porque el talento molesta. La odian los mediocres que no soportan sus discursos sin papeles, llenos de ideas y fundamentos cohesionados por años de militancia política y objetivos claros. De legisladora a Presidenta en un salto de calidad insuperable. Explica cada medida de gestión, devela la coyuntura enmarañada y propone soluciones concretas. Podrán estar de acuerdo o no con sus planteos, pero la teoría y la práctica se funden en ella, de modo inusual, cogruentemente.

Atacarla por las formas (ropa, zapatos, relojes) y no por el contenido, expresa la impotencia intelectual de sus adversarios que la denostan impiadosamente sin fundamentos serios, con una verba mezquina y berreta. La oposición no ha enunciado una sola idea o propuesta superadora a las políticas del gobierno nacional. Sólo se ha limitado a criticar ácidamente cada acto de gobierno sin poner sobre la mesa algo mejor, distinto.

Cristina sorprende, cada día más, por su inteligente gestión de gobierno frente al mundo capitalista que se cae a pedazos luego de que se pinchara la burbuja financiera especulativa. No es que estemos a salvo de algún chubasco pero tenemos galochas y paraguas: el proyecto nacional en construcción.

En la vereda de enfrente están los agrogarcas de "la mesa de enlace", los partidos de la oposición gorila y los medios de difusión masiva. En este trípode destituyente se apoyan los grupos de poder que no quieren la intervención del Estado en los asuntos de la economía y la distribución de la riqueza. Prefieren el Estado ausente, el de los 90, que obedecía los dictados de las políticas neoliberales del norte desarrollado.

Cerca del bicentenario, la Argentina y su gente se enfrentan a un dilema crucial: profundizar el camino trazado desde 2003 o volver a la patria financiera, el FMI, la deuda externa, la desocupación... el 28/6/09 es la primera prueba.

La presidenta Cristina Fernández volvió a lanzar un desafío hacia la oposición, desde Tucumán. Afirmó que "es preciso hablar de lo que cada uno hizo y no de mi pelo o de mi cartera porque, el 2001, no se llegó en un plato volador sino a través del respaldo de políticas del Consenso de Washington".

"En estos seis años, además de protagonizar el crecimiento económico que tuvo Argentina en sus 200 años de historia, vinimos a romper, a terminar definitivamente la idea de que se decía una cosa en la campaña y se hacía otra en el gobierno".

"Hay que hablar de lo que uno ha hecho o no ha hecho en los últimos 20 años en el país. Todos los que hoy se presentan para que los juzgue la ciudadanía han estado en algún lado y han respaldado o no determinadas políticas. Hablemos de los hechos".

"El sector industrial ha tenido un importantísimo rol en ese sentido y en la generación de trabajo, que es valor agregado. El modelo, el proyecto vigente desde 2003 recuperó el trabajo, la producción y el esfuerzo como actores centrales de la economía. No nos equivocamos, a pesar de que algunos auguraron otra cosa".


Mientras, Alfonso Prat Gay en TN dijo: "Al FMI le sobra plata y están desesperados por prestar, cuando queramos pedirles ya no vamos a encontrar nada, por culpa de esta política berreta".

Luego, Martín Lousteau agrega: "El gobierno no utiliza bien los recursos que tiene a disposición y cada vez se cierra más en la gestión. Los recursos de las AFJP no causan gran efecto, faltan fuentes de financiamiento".

Muchachos, dedíquense a escribir papers y libros de memorias sobre vuestro paso fugaz por la gestión pública...

Daniel Mancuso