Hace unos años, había una serie en la que se veían las contradicciones entre dos pibes, uno rico y otro pobre, que eran amigos y compartieron la infancia. Al paso de los años, uno se transformó en patrón y el otro en obrero subordinado a su antiguo compañero de aventuras. Las diferencias sociales y las necesidades vitales de cada uno, los pusieron en posiciones enfrentadas. No alcanzaba con la voluntad personal, el orden establecido encorsetaba los destinos de esos niños. Al crecer, Uno quería que las cosas siguieran como siempre, acumulando riquezas y generando pobrezas. El otro quería cambiar las cosas y repartir la torta.
La realidad argentina se parece a la de la serie. Aquí también, hay dos modelos, están los que acumulan y ganan y exportan, arriba; o los que sufren y quieren redistribuir y trabajar, abajo.
La democracia nos da la oportunidad de convivir y tratar de modificar las cosas en paz, a través del voto y las instituciones.
Sin embargo los poderosos se resisten a encuadrarse y aceptar las reglas de juego. Si no les bajan las retenciones incendian rutas contra la sordera gubernamental, así de simple. Si el Congreso no vota las leyes acordes a los intereses financieros o agroexportadores, el Congreso no sirve, los diputados y senadores son unos inútiles. O se hace lo que ellos quieren o rompen todo. La única verdad es la verdad del poderoso, y los medios de comunicación saben cómo imponer los temas y las lecturas de la realidad, cómo silenciar lo que molesta o no sirve a los intereses de las clases dominantes.
Cuando las figuras de la televisión piden seguridad desde la suntuosidad de sus countries y sus autos blindados se olvidan del montruo que ellos mismos ayudaron a construír: una sociedad insolidaria. Los pibes con un revólver y paco en sus entrañas deberían tener un libro y una pelota en sus infancias. Familias con trabajo y destino certero. Futuro y sueños. El país pensado desde el norte del mundo era un país para pocos, para la mitad de la población, la otra mitad se quedó afuera.
Millones de argentinos no tienen nada. El Neoliberalismo los arrojó a los márgenes de la historia humana con la complicidad, entre otros, de los asustados de hoy. ¿Donde estuvo Clarín en estos años? Enriqueciendo al multimedio, concentrando diarios, canales de cable, radios, internet... y dicen que su único interés es su público y la información veraz. Mentira. Si así, les fue bien con la ley de radiodifusión de la dictadura, ¿Por qué cambiar ahora? Esta mujer en el gobierno, llegó para molestar y proponer cambios incompatibles con la libertad de mercado y el Consenso de Washington .
La presentación de la PROPUESTA de Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual viene a poner un poco de aire fresco al enrarecido clima comunicacional argentino y angustia en los sillones directivos de los multimedios masivos de desinformación.
¿Cuándo comenzó el enfrentamiento abierto al modelo de redistribución y creación de trabajo? Es evidente e indiscutible que el voto no positivo del vicepresidente Cobos marca el inicio de la fuerte oposición política, con tintes destituyentes, expresado a través de los partidos con representación en el Congreso Nacional. Enfrentamiento abierto al modelo de redistribución y reindustrialización, que va a contramano de la crisis mundial del capitalismo financiero. El modelo avanza contra todas las recetas de los economistas del statu quo, los que se equivocaron siempre (a favor de los grupos hegemónicos) y no vieron la hecatombe de 2001.
Empero, Clarín habla de esto o de esto para criticar una supuesta inacción gubernamental. Clarin juega al desgaste, como decía Eduardo Buzzi: Hay que erosionar... Clarín sabe lo que hace, está en campaña y quiere que el gobierno pierda. Clarín apuesta a los sojeros y los cortes de ruta, a la Sociedad Rural y Expoagro, a los multimedios, con una gula feroz por manejar los medios (dinero), las ideas y noticias (poder) de todos y así condicionar a los que gobiernan, para que sean simples administradores de la crisis. Su directora, Hernestina Herrera de Noble tiene 2 hijos de desaparecidos durante la dictadura. Es una apropiadora de bebes secuestrados y no acepta que se hagan el ADN para comprobar su identidad. Ella y sus adláteres hablan de justicia, todos los días en el gran diario argentino, pero no cumplen las leyes. Son unos hijos de puta.
Daniel Mancuso
3 comentarios:
Lo complicado es que los "pobres del medio" no quieren este modelo. Se dejan manipular desde la cadena desinformadora.
Que rara es Argentina.
habrá que ayudarlos a pensar,
abrazo marcelo
En el blog de la revista La otra, hay una nota buenísima de Oscar Alberto Cuervo sobre una nota sobre el adelantamiento de las elecciones que publicó Clarin en tapa hace unas semanas. Cuervo hace una desconstrucción impecable de la "noticia"
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