Cuando yo era chico, mi tío que trabajaba en ELMA decía orgulloso que hacía 30 años estaba laburando allí. ¡30 años!
Cuando yo era chico, el barrio bullía de mujeres barriendo las veredas, los nenes jugando a la pelota en la calle, las nenas con el elástico o la soga. La cuadra de mi casa era un centro comercial: la panadería de Juan Carlos, la verdulería de Ruben, la farmacia de Mónica, la zapatería de mi viejo, la poyería, la ferretería de Luís, la pizzería de Enrique. El aire se llenaba de pájaros y perros, de doñas cuchicheando, cada mañana, y la voz poderosa del napolitano vestido de blanco que pasaba con su triciclo: Peesshhcaadoooooooooooo...
Cuando yo era chico, conocía a vecinos que vivían hasta a 10 cuadras de distancia de mi casa, y sabía sus nombres, y me conocían. Yo sentía que era dueño de todo Remedios de Escalada, porque cada calle, cada cara, cada casa, me eran familiares...
La bomba neutrónica cayó sobre nosotros. El terror de la dictadura y la fiesta neoliberal menemista fundieron los negocios, encerraron a los vecinos bajo llave, vaciaron la calle y las veredas, mataron los pájaros, envenenaron la solidaridad y la confianza. El país se volvió INSEGURO.
Los clientes de los negocios se quedaron sin trabajo, los pibes que jugaban a la pelota dejaron el colegio, la riqueza de este país generoso, cual limaduras de hierro de la vieja fundición abandonada donde jugábamos a la escondida, se pegaban al iman de unos pocos. Florecieron los countries y barrios cerrados. Las 4x4 y los megastore. Las palabras en ingles desalojaron las ofertas y descuentos de las vidrieras. Las bocas se atragantaron con sonidos extraños...
FOR SALE. SHOPPING. COUNTRY. DELIBERY. STOP. BYE BYE. SORRY. PARKING. CASTING. CALL BACK. DO MORE. JUST DO IT. FULL FULL. ANTI AGE. SPONSOR. 15% OFF. HOME CENTER. ULTRA LIFT. DRUGSTORE. HIGH DEFINITION. MAKE UP.
Muchos millones de argentinos empezaron a sobrar en un país pensado para pocos. Los consumidores reemplazaron a las personas. Los pobres se volvieron indigentes y estos devinieron excluídos.
Ahora, los pibes que jugaban al cabeza, no van a la escuela, limpian vidrios en los semáforos, revuelven la basura, cartonean los contenedores, se dan con paco o poxiran, afanan o matan o mueren de hambre o de balas...
Hoy, Las susanas, las morias, los marcelos, los falsos ingenieros, los periodistas carroñeros, los rabinos mediáticos, y los sacerdotes precámbricos piden seguridad, dicen basta, vivimos enrejados, debemos recuperar la libertad. Queremos que todo sea espontáneo, que cada uno vaya por su cuenta a pedir seguridad. La sociedad frankenstein que se mira el ombligo tiene miedo e intercambian temores y condenas por Facebook o mensajitos de texto.
Los otros, los millones de argentinos que queremos una patria justa, libre y soberana, trabajamos por la distribución del ingreso, la recuperación del Estado, la cicatrización de la trama social herida por los colmillos del mercado, por reparar las heridas que el cancer neoliberal dejó en nuestro pueblo.
Hoy, se verán dos caras de nuestra sociedad: En La Plata, la Presidenta presentará un proyecto para quitarle la mordaza dictatorial a la comunicación masiva argentina. En Buenos aires, el miedo individualista marchará a la Plaza de Mayo.
Daniel Mancuso
1 comentario:
Ni mas ni menos amigo Dani,de acuerdo con vos,en la distancia pero siempre cerca.
Por algo estan ladrando tanto...
Un abrazo de cancha
Negro
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