El colectivo venía lleno. Subí como pude y me fui para atrás. Al llegar a Chacarita, un tumulto me confundió con un molinete, sobreviví como pude y de pronto, la calma, un asiento vacío. Me dejé caer medio machucado, al lado, tenía una señora leyendo La Nación. Semejante mamotreto en esas manos gastadas llamó mi atención, le digo simpático: ¿alguna novedad?. Todo mal, me dice. ¿Qué pasó?, contesto interesado. Los del campo están muy enojados, se va a armar. Retruco: ¡Ah! los del campo... ¿quiénes son los del campo?. ¿Cómo?, me mira.
El bondi no estaba muy lleno, bajo la voz: Sí, ¿quiénes son los del campo? los que plantan y se ensucian con barro no son; los que se mojan y transpiran de sol a sol, no son; son unos proxenetas agroexportadores que se enriquecen llenando nuestros campos y cultivos de Glifosato. Sonríe y me dice: vos sabés mucho. No, no crea, apenas informado. Nooo, contame, me interesa, dale.
Saltábamos como en una carreta vieja sobre el empedrado, se ve que Macri no tiene votantes por esa zona. Empiezo entusiasmado: Bueno, acá hay un enfrentamiento entre 2 modelos. El del gobierno es a favor de un Estado presente que va resolviendo los problemas de todos porque piensa en todos. La política conduce a la economía y no al revés como quiere Biolcatti. Los poderososo, los empresarios y los agrogarcas, los medios y los partidos de la oposición, quieren que Cristina se caiga, se muera, se arrodille, se evapore, porque quieren que el Estado vuelva a ser un títere de las corporaciones transnacionales y el capital especulativo, del FMI y del Banco Mundial, de los que se beneficieraon con las políticas neoliberales de Cavallo en todos los gobiernos en que estuvo... Me corta: Perdoname que te interrumpa, nene, pero me bajo pronto ¿vos pensás que se van a poner de acuerdo los de la mesa de enlace con el gobierno?
Tomo aire, pienso unos segundos: Mire, Todos estos que se arremolinan atrás de la mesa de enlace, representan a quienes siempre tuvieron el poder, a los privilegiados de este orden injusto, y le dicen al gobierno: no te metas con nosotros, con la soja, no te metas con los medios, no te metas con la iglesia, con el aborto, con nuestras ganancias... le quieren marcar la cancha, y le dicen: vos te metés con nosotros y nosotros te hacemos la guerra.
Ansiosa me cambia de tema: Y esto de la violencia, la inseguridad, ¿qué me decís?. Respiro hondo: Mire, Susana Giménez que vive en un bunker y tiene auto blindado dice que no puede salir a la calle. Marcelo Tinelli que se enriqueció ensuciando nuestras conciencias bailando por un culo, dice desde su country lujoso que así no se puede vivir. ¿Cuándo, alguno de estos crápulas se preocupó por los pibes que se mueren de hambre en nuestro país? ¿Por las familias sin trabajo, por los que tiene mal de chagas, por los del impenetrable, por los pobres bañados en pesticidas, por los envenenados por el paco? Se miran el ombligo y están cosechando la sociedad injusta y excluyente que quisieron construír. Violencia es no tener qué darle de comer a tus hijos...
Se levanta, enrolla el diario, ¿me va a pegar? pienso. Muy bueno, nene, se entiende, es muy claro, pero eso no sale en los diarios, ni en los noticieros. Todo lo contrario. Tomá te lo regalo, creo que ya no lo voy a comprar más. Me da un beso y se baja en Plaza Miserere. Me alegraste la artritis, nene, gracias.
Suspiré contento, sentí que había hecho mi acción buena del día...
Daniel Mancuso
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