ROLANDO

Con disfraz periodístico, o con irónicos diálogos ficcionados, la crueldad del pensamiento reaccionario y antipolítico perfora las sutilezas y asesina la historia colectiva.

Rolando Hanglin le hace muy mal a la democracia violentando ─con su humor idiota de derecha─ la larga y penosa historia argentina de finales del siglo XX, banalizando los conflictos, repitiendo frases insidiosas para lograr un pastiche pseudo gracioso plagado de paralogismos...

«Yo propongo, entonces, que el Congreso de la Nación apruebe una gran ley de amnistía para el período 1970-1983, exclusiva para los delitos cometidos en clave política. Si la Comisión Sábato fue presidida por Ernesto, esta nueva comisión pacificadora, encargada de diferenciar los crímenes vulgares de aquellos cometidos en el fragor de una guerra sucia, sin uniformes ni leyes, debería ser encabezada por una personalidad de la estatura de Sábato. Respetado por todos los sectores, humanista, de mérito artístico, emblema de la paz por su propia personalidad. Yo propongo a Daniel Baremboim, acompañado por un equipo de juristas, investigadores, filósofos y médicos».

Rolando Hanglin no es divertido, todo lo contrario, entristece, apena con su González y su propuesta indecente, corroe la convivencia que supimos construír con Memoria, Verdad y Justicia, volviendo a abrir heridas con falsos planteos, como el caso de la "teoría de los 2 demonios" ─invento siniestro del radicalismo, los militares y cómplices civiles─ pergeñada para excusar los crímenes de Lesa Humanidad.

Rolando Hanglin desnuda sus oscuras intenciones antipolíticas, como lo hace con su cuerpo cuando practica nudismo. ¿Qué se ve? Se ve algo desagradable, pequeña humanidad, ominosa, que avanza hacia la degradación indefectible.

Este domingo también se votó no olvidar, no reirnos de la tragedia, no joder con el dolor, no perdonar la impunidad.


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Daniel Mancuso