viernes, 15 de julio de 2011

¡¡¡ TECNÓPOLIS SOS BIENVENIDA !!!




Mientras la Sociedad Rural Argentina te cobra una entrada para ver vacas ajenas y oler bosta agrogarca, en Palermo; cruzando la General Paz, en lo que era un predio militar de triste memoria, se levanta el homenaje argentino a sus científicos, sus investigadores, sus docentes, su pueblo... gratuitamente.

Mauricio Macri nos hizo un favor, al no autorizar la concreción de la feria en la Ciudad. Se iba a hacer el año pasado, como parte de los festejos del Bicentenario, en la avenida Figueroa Alcorta, pero el gobierno de la ciudad de Buenos Aires no lo permitió; y ahora, el megaevento, se hará en un predio de 50 hectáreas en Villa Martelli, junto a la avenida General Paz, y durará cinco semanas.

La Presidenta lo dijo en la inauguración...

    ... estamos inaugurando Tecnópolis para todos los argentinos. Quiero contarles la historia de esta Tecnópolis, que la imaginamos para el año pasado, porque Tecnópolis era la culminación de los festejos del Bicentenario. La habíamos imaginado como el final porque en ese Bicentenario maravilloso, que vivimos los argentinos, durante cuatro días, conmemoramos los 200 años de historia, ustedes lo deben recordar.

    También deben recordar la última carroza, que desfiló ese día, era una inmensa burbuja - llena de chicos con computadoras, de científicos – porque era precisamente el eslabón de esos 200 años de historia con lo que venía: la ciencia y la tecnología. Porque Tecnópolis era en esa concepción, y ustedes lo van a ver ahora, una convocatoria al futuro de todos los argentinos.

    Recorrimos, durante esos festejos, los 200 años de historia, y luego la idea era que –unos meses más tarde– antes de finalizar el año del Bicentenario, pudiéramos hacer Tecnópolis, también como hicimos los festejos del Bicentenario nacional, popular, federal y latinoamericano, hacerlo también en la Ciudad de Buenos Aires.

    Lamentablemente, no nos autorizaron a hacerlo y respetuosos nos pusimos a pensar. No nos pusimos ni a rezongar, ni a quejarnos, ni a echarle la culpa a nadie de que no íbamos a poder hacer Tecnópolis. Para nada, nos pusimos a pensar cómo lo hacemos y la verdad que no hay mal que por bien no venga, como decía mi abuela. Y de aquello que iba a ser algo que iba a durar unos pocos días, como fueron esos festejos del Bicentenario vinimos a este verdadero parque temático de carácter permanente, más grande, más importante...



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En la Argentina de hoy se están produciendo acontecimientos tan significativos en el ámbito científico, tan distintos de todos los que hemos vivido en las últimas décadas, que merecen una mirada diferente por parte nuestra también. Cualquiera que hubiera vivido en nuestro país durante los últimos 40 años (más o menos) entiende de lo que hablo. La ciencia fue siempre considerada algo exótico, de elite. No me refiero solamente a los presupuestos siempre miserables, sino que lo que cambió es la actitud, la disposición, el interés y por ende la valoración.

Hoy hay vasos comunicantes. Hoy hay gente que escucha, pregunta, se interesa, opera y resuelve. Hace un mes fue el tema del satélite que mereció la tapa de este diario (y debió haber sido nota de “tapa” de cualquier medio de comunicación de nuestro país). Hoy es Tecnópolis. Pero hay una disposición diferente. Al Poder Ejecutivo le interesa. Hay gente dentro de la clase política que pregunta. No sólo eso: pregunta y luego las respuestas son vinculantes. Es curioso y me dan ganas de escribir inédito, pero no lo hago porque no sería cierto, pero igualmente no estamos acostumbrados a que pase esto: hay gente que está pensando el país, el futuro del país, pero corrido de la coyuntura, pensando en 5, 10, 20 años hacia adelante.

¿Qué queremos ser? ¿Qué podemos ser? ¿Vamos solamente a seguir exportando carne o soja? ¿Quiénes hacen nanotecnología? ¿En dónde? ¿Por qué nos importa el desarrollo de esa área particular de la física? ¿Quiénes producen software? ¿Quiénes hacen biotecnología? ¿En dónde se hace? ¿Quiénes lo hacen? ¿Qué problemas abordan? ¿Qué pasa con áreas como la computación o la investigación en biología?

Cuando la gente de la NASA invita a la gente de Invap y a los distintos organismos públicos, estatales... (sí, ¡estatales!) para que hagamos “a medias” un satélite, y pongamos adentro cinco de los ocho instrumentos que lleva incorporados, cuando lo hacemos con ellos como pares, es porque estamos en condiciones de hacerlo. No nos están haciendo un favor. Les interesa que estemos. Los españoles, por ejemplo, también tienen buenos jugadores de fútbol. Es más: sin jugadores extranjeros (porque no se puede) salieron campeones del mundo. Sin embargo, quieren tener a Messi. Lo quieren, lo miman, lo valoran. En el mundo de la ciencia, que obviamente no entiende de fronteras, cuando hacen falta gente de ciertas calidades, se “pelea” por ellos. La Argentina produce ciencia de calidad internacional. Y se nota.


Por eso Tecnópolis es algo más que una muestra extraordinaria que va a acompañar por cinco semanas. Es un mensaje que no sólo se lo mandan a la comunidad científica, sino a la sociedad toda. Como si alguien estuviera diciendo: “No sólo nos importan. Vengan y ayúdennos, porque sin ustedes ¡no se puede!”. La Argentina no puede crecer sin sus científicos. Podrá hacer algunos negocios, no necesariamente malos tampoco. Pero como país-país, no podrá avanzar sin producir su propia ciencia, básica y aplicada. Por eso, no sólo disfruto del acontecimiento Tecnópolis, sino que disfruto del momento que vivimos. Casi sin darnos cuenta, se están sentando las bases para el futuro. Nadie más podrá gobernar en adelante ignorando este presente. Y no lo va a poder hacer porque la comunidad científica primero y la sociedad en general han advertido la importancia. Por lo tanto, cualquier intento de retroceso y vuelta a la oscuridad será resistido de manera distinta.

Mientras tanto, recordemos este camino. Ahora, peleemos por mejor presupuesto, por mayor inversión, por más y mejores sueldos, por mejor equipamiento, por mejores edificios, por más becas. Más aún: peleemos para que haya inclusión de todos los estamentos de la sociedad, para que la universidad pública no sea sólo para las clases más solventes económicamente, sino que sea para todos. Pero al mismo tiempo también reconozcamos la enorme e impactante diferencia con lo que la Argentina vivía hasta hace nada más que siete años. Sólo hacía falta que hubiera gente a la que le importe. Y eso, hoy, se nota.

Bienvenida Tecnópolis. Ojalá que ahora haya una aluvión de personas que la recorran y que la disfruten. Es de la gente, es de todos. Es suya. Es de ustedes: recórranla, denla vuelta tanto como puedan. Pregunten, discutan, desafíen. Peléense con los científicos que están allí. Pregunten hasta entender, o hasta demostrarles que los que no entienden son ellos.




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Tecnópolis se efectuará en el predio donde se hallaba el cuartel del Batallón 601 del Ejército, el mismo donde, en la Semana Santa de 1988, se produjo el alzamiento de los militares “carapintada”; hoy es sede del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas del Ministerio de Defensa. La entrada se halla en Juan Bautista Lasalle 4365, junto a la avenida General Paz y muy cerca del cruce con la Panamericana.

La exposición durará 5 semanas, luego cerrará y comenzará una segunda etapa de construcción. Se anuncia que, desde el año que viene, será reinaugurada como exposición permanente.

Tecnópolis se organiza a partir de su división en “5 continentes”, llamados Agua, Tierra, Aire, Fuego e Imaginación.

  • El continente Fuego incluirá un gran Domo Geodésico de acero y cristal y, entre otras atracciones, presenta el “Simulador Nuclear”: su recorrido, que reproduce el interior de una central nuclear, será transitado por los visitantes como si fuesen técnicos de la planta.

  • El continente Agua ofrecerá una visita simulada a los Hielos Continentales, que se efectuará a bordo de un helicóptero Chinook. En este sector se hace presente AySA: una gran pileta mostrará en términos reales el proceso de potabilización, desde la toma de agua del río hasta las canillas de los hogares. En este mismo continente se emplaza “Yacyretá, el Fin de la Historia”: esta simulación permitirá a los visitantes ingresar en el interior de la represa, incluso con sonido ambiental de alta realidad.

  • El continente Aire contendrá la muestra “Argentina en el espacio”, con maquetas en tamaño real de los satélites SAC-C, SAC-D Aquarius y Saocom y de los proyectados Sabioamar y Sare. Al aire libre se alzará el Tronador II, cohete proyectado por la Conae (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) para transportar hasta 250 kilos de carga a 400 kilómetros de altitud. En la “Plaza de los Radares” se presentará esta tecnología, que sólo Estados Unidos y la Argentina han desarrollado en América. En el “Playón del Aire” se presentará la historia de la aeronavegación argentina, incluyendo el célebre avión Pulqui.

  • El continente Tierra incluirá una “Pista de Pruebas de Vehículos”, donde los visitantes podrán manejar autos de vanguardia como el Nach One o también el vehículo a vela para todo terreno. Allí se ubicará la cápsula Fénix 2, de cuatro metros de largo y 53 centímetros de diámetro, que, en octubre del año pasado, sirvió para rescatar a los 33 mineros que habían permanecido 70 días a 622 metros bajo tierra, en la mina San José de Atacama, Chile. En la inauguración se harán presentes dos de los mineros rescatados: Juan Illanes y Mario Sepúlveda.

  • El continente Imaginación contendrá un espacio didáctico donde se trasmitirá con fuerza real el concepto de nanotecnología y sus aplicaciones. Este continente incluirá diversos juegos interactivos (por lo demás, la interactividad lúdica es criterio general de la exposición); trivias, pantallas táctiles y entretenimientos 3 D.


Tecnópolis
incluirá la participación del grupo Fuerzabruta, que presentará diversos espectáculos breves y frecuentes –entre ellos, “La pared de Fuego”–; habrá también espectáculos musicales.

Recordemos que Tecnópolis iba a efectuarse en noviembre del año pasado, pero el gobierno de Mauricio Macri no la autorizó, aduciendo que traería problemas de tránsito.

  • Decía la Presidenta... ¿Saben cuántos metros de tierra tuvimos que remover? 450.000 metros cúbicos de tierra; sacamos 40.000 toneladas de escombros; 2.000 personas participaron en el desmalezado de toda Villa Martelli y más de 12.000 cooperativistas trabajaron junto a la Municipalidad, junto a la Provincia. (APLAUSOS) Tenemos más de 8 kilómetros de fibra óptica aquí abajo y gracias a las empresas privadas que pusieron esa fibra óptica que nos permite interconectar a todo el Parque; más de 59 kilómetros subterráneos de cable.


Tecnópolis funcionará de martes a domingo durante todo el día y los fines de semana hasta la madrugada. No te lo pierdas, es gratis... Nos vemos allá...


Daniel Mancuso

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