¿Le comprarías un auto usado a Cobos? ¿Y un celular usado a De Narváez? No, no es aconsejable...
El vicepresidente Julio Cesar Cleto Cobos recibió en su despacho al candidato a diputado nacional de Unión PRO Francisco de Narváez. Estuvieron 45 minutos conspirando contra el gobierno nacional.
Las dirigentes del Acuerdo Cívico y Social Elisa Carrió y Margarita Stolbizer, vieron disgustadas que uno de los suyos se juntara con el enemigo electoral que tienen en la provincia de Buenos Aires.
El mismo día en que fue llamado a declaración indagatoria en la causa por tráfico de efedrina, De Narváez logró la “solidaridad” del presidente del Senado. Los dos legisladores son muy parecidos: son medíaticos, son inoperantes en sus bancas, traicionan a sus compañeros de ruta, son egocéntricos, no les interesa el 28/6 sino como trampolín al 2011. Son menos confiables que un destornillador chino comprado en un colectivo.
“Cobos me expresó su solidaridad por lo que está pasando en la campaña, y me dijo que no me preocupe, que con guita todo se arregla, pero no discutimos cosas de la campaña; hablamos de lo que hablan los políticos de fuerzas diferentes QUE ODIAN A ESTE GOBIERNO; de la vocación de construir consensos en el Congreso para desgastar a Cristina, de trabajar en proyectos comunes que beneficien la vida de los ciudadanos con PRIVILEGIOS”, declaró EL COLO.
Luego hicieron declaraciones para la gilada:
“La Argentina está reclamando respeto y debemos acostumbrarnos a un modelo de construcción entre el oficialismo y la oposición, hay que ponerse de acuerdo en los grandes temas, porque es lo que la sociedad nos demanda”.
“La reunión sirvió para acordar una agenda común y resaltar la importancia del diálogo entre las diferentes fuerzas políticas. Lo anormal en un país es que los políticos no conversemos, que no dialoguemos; es importante que más allá de las campañas tengamos interacción. Eso es lo que venimos a reafirmar, la modalidad del consenso y del trabajo común sobre proyectos y propuestas concretas”.
Bla, bla, bla, bla...
Los 2 legisladores, oportunistas mediáticos, se encontraron ayer como preludio a nuevas conversaciones para delinear estrategias en el Parlamento, sobre todo para evitar que el oficialismo saque ciertos proyectos. La mayor preocupación en referencia a las leyes que el kirchnerismo pudiera aprobar en los próximos cinco meses, antes de la asunción de los diputados y senadores electos, está relacionada a la Ley de Comunicación Audiovisual que reemplazaría a Ley de Radiodifusión actual (que viene de la dictadura) y a posibles nacionalizaciones de empresas.
“Tiene que haber diálogo amplio entre todos los que tenemos la intención de que el Gobierno llegue a buen puerto”.
Buen puerto quiere decir no desactivar políticas neoliberales, no dejar que el Estado tenga protagonismo en lo económico, político y social, y fundamentalmente, dejar que las corporaciones y multimedios sigan enriqueciéndose y haciendo negociados como hasta ahora.
Daniel Mancuso
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