miércoles, 2 de abril de 2008

El sexo no debe esperar


TODOS LOS DOMINGOS, MILES DE ARGENTINOS LEEN LAS NOTAS DE LA REVISTA VIVA, DEL GRUPO CLARÍN, BUSCANDO INFORMACIÓN, CREYENDO QUE ENCONTRARÁN ALLÍ TEMAS IMPORTANTES, TRATADOS CON PROFUNDIDAD...
NADA DE ESO, TODO LO CONTRARIO. ¿VACUIDAD, CONFUSIÓN O MALA LECHE?
TODO JUNTO Y MÁS...



La abstinencia aparece en boca de algunos jóvenes como la forma para enfrentar relaciones efímeras y enfermedades de transmisión sexual en una sociedad de erotismo mediático. Una revista nos mostró sus argumentos y nosotros intentamos ir un poco más allá. Los analizamos y encontramos en ellos más problemas que soluciones.

Una idea pequeña, empujada por un grupo de locos puede encender cierta condescendencia general. Algo de empatía por estar del lado del más débil. Pero para que una idea tenga un verdadero sustento hace falta algo más: argumentos. Sucede que no siempre la mayoría está equivocada (el fútbol, por ejemplo). Ni cualquier posición minoritaria puede sostenerse sin fundamentos (ejemplo: el neofascismo).

Hace unas semanas la publicación semanal del diario Clarín: Revista Viva (del 05/11/2006), tenía en tapa una muy interesante nota sobre una de esas ideas: la abstinencia sexual. María Ximena Pérez retrató en ella con deliciosos textuales las opiniones de varias personas que han decidido llevarla adelante.

En tres fundamentos justifican su accionar: 1) La abstinencia sexual permite desarrollar la creación. 2) No mantener relaciones sexuales me asegura no contraer enfermedades como el SIDA. 3) Llegar virgen al casamiento es garantía de que "me ama por lo que soy y no por lo que pueda darle sexualmente”.

En principio, tres opiniones respetables. Pero... ¿resisten algún tipo análisis? Veamos...


Creación asexuada

1) “Para poder crear, estar alejado del sexo me hacía muy bien", afirma Martín Celi (26) líder de la banda Santo Domingo. Su opinión está avalada “científicamente” en la nota por el libro: “El sexo no es obligatorio”, de la estadounidense Liz Hodgkinson. En él sostiene que no tener sexo puede beneficiar tanto la salud física como la mental y, fundamentalmente, estimular la creatividad.

Sin embargo, existieron, existen y existirán otras maneras de explotar la creatividad humana. Por cierto, entre finales del siglo XIX y principios del XX el ajenjo era una droga muy consumida por la intelectualidad en gran parte del mundo. Los destellos de iluminación en los que entraban quienes los consumían iban más allá de los efectos colaterales que su uso pudiera causar. El ajenjo, hoy es una sustancia ilegal. Y no precisamente por hacer a las personas más creativas. En los mismos términos, una medida justa contra la abstinencia sexual sería, porque no, también prohibirla.


Sin sexo – sin riesgos

2) "Las relaciones sin riesgo son una mentira, ningún método tiene un éxito seguro. Si a vos te invitan a sentir la adrenalina de tirarte en paracaídas, pero antes te advierten que entre los diez que podés elegir, hay uno roto, ¿qué hacés?¿Te tirarías? Prefiero no hacer el amor y seguir viviendo tranquilo." De esta manera nos revela Daniel Marticorena, licenciado en economía de 48 años, los motivos de su estado civil: separado.

Entonces... ante la posibilidad (por más mínima que sea) de contagiarnos alguna enfermedad de transmisión sexual la solución sería no tener sexo. La campaña de educación sexual de George Bush en los EEUU sigue esta línea: “Ningún otro método es mejor profilaxis o anticonceptivo que la abstinencia sexual”, sostiene.

De la misma manera, sería lógico pensar que Marticorena no utiliza medios de transportes motorizados (ni públicos ni privados) para movilizarse. Seguramente camina a cada lugar al que se dirige para evitar morir en un accidente de tránsito, aunque esto tampoco le garantice nada. En Argentina, se producen anualmente cerca de 10 mil muertes por este motivo. Y son a su vez, la primer causa de muerte en menores de 45 años. En cambio, en 2002, poco más de 1300 personas contrajeron SIDA, y el 4% (algo más de 50 personas) murieron por la enfermedad. Ante tanto riesgo, Marticorena no debería siquiera salir de su casa.

Por su parte, Bush, tendría que impulsar nuevas campañas de bien público que sigan la misma lógica. Una dedicada a prohibir que las personas viajen por autopistas, por los inherentes riesgos de accidentes, u otra que proponga a sus ciudadanos adoptar un ayuno perpetuo, para hacer frente al creciente número de casos de obesidad, por ejemplo.


"Me ama por lo que soy"

3) “Si yo tuviera la cabeza ocupada en las relaciones sexuales, posiblemente no podría ver todas esas cosas que son fundamentales para el matrimonio. Además, el no tener relaciones también nos da seguridad en el sentido de que yo sé que ella está conmigo por cómo soy yo, y no por lo que yo le puedo llegar a dar sexualmente." Charly Moyano es quién, en un rapto de confianza interior pronuncia estas palabras. Tiene 25 años, es sanjuanino y, por cierto, ingeniero.

Su novia, María Alejandra Grimaux (24), por suerte para ellos, piensa igual. "Desde el primer día en que nos pusimos de novios, lo hicimos con la idea del matrimonio. Y desde el principio los dos habíamos decidido no tener relaciones prematrimoniales, porque estamos convencidos de que nos beneficiamos muchísimo como pareja", dice. Sin dudas, cuando se refiere al beneficio está hablando de que, de esta manera, el despertar sexual que se aseguran les garantiza al menos un par de años más de matrimonio. Así, estiran un poco los casilleros habituales en el camino al divorcio.

En términos alarmantemente similares se expresa otra pareja. “El no tener relaciones me da seguridad en el sentido de que yo sé que él está conmigo por cómo soy yo, y no por lo que le puedo llegar a dar sexualmente.", dice Mariana Casas (23). A lo que su novio, Elías Boggio (26), responde: "No nos conocemos a nivel sexual, pero conocemos todo el otro 90% de la personalidad del otro." Se desprende de este razonamiento que sólo el 10% de la personalidad estaría relacionada con el sexo. Con el mismo rigor teórico se puede oponer una firme disidencia, que arruine las ilusiones de Elías.

El sexo representa al menos (sino más) el 90% de la personalidad del individuo. Una relación puede sostenerse un tiempo con un nivel de diálogo insuficiente, pero jamás si hay mal sexo. "Me coges mal una vez, es tu error. Me coges mal dos veces, mi error" (Samantha Jones – uno de los personajes de la serie de TV: Sex and The City). La frase resume un sentir general. “Si besa mal le puedo dar otra oportunidad, pero si coge mal no nos vemos más”, se puede escucha en cualquier reunión de amigos o amigas.

¿Cuánto tiempo puede sostenerse una relación con mal sexo? La abstinencia sexual prematrimonial lleva a esperar el tiempo necesario con la esperanza de que ese "amor" se consume. Pero si cuando sucede las cosas no son nada buenas (o muy malas, ya que no se cuente con experiencias previas para compararlo), ¿cuánto se puede mantener algo así? Por mucho amor y sentimientos que estén involucrados (10%), con mal sexo (90%) las cosas no pueden funcionar demasiado tiempo. De hecho, una de las causas de divorcio es esta incompatibilidad, fácilmente salvable mediante algún tipo de ensayo prematrimonial. Otra es la infidelidad; y que otro motivo podría tener en un caso así que salir a buscar algo de eso que en casa no encontramos.

Lo sexual, representa más del 90%, porque se basa en lo material. Es la necesidad de los cuerpos de expresarse, es ese impulso biológico que impera por salir y que, si bien puede, no debe ser sublimado. Su suspensión en un futuro incierto de elementos inmateriales (10%) se termina canalizando de alguna forma violenta. En cambio, su cumplimiento, inmediato y consciente, en un tiempo que es presente (y que incluye pasado y futuro) es lo que verdaderamente nos hace experimentarnos de forma plena. Racionales y pulsionales, al mismo tiempo.


Relaciones racionales

Martin Poulter, un inglés desarrollador de tecnologías que plantea polémicas ideas desde su sitio web es citado en la Revista Viva. "Siempre me sorprende cuando la gente me pregunta por qué no tengo relaciones. No tengo una gran pulsión sexual, así que el acto de agitación mutua de membranas me resulta del todo arbitrario", dice. Consultado por los motivos agrega: "Puede impresionarme, y hasta conmoverme la belleza de una mujer, pero no logro relacionar eso con la necesidad de hacerle algo ¿O acaso, cuando ven una flor hermosa, sienten la urgencia de saltarle encima y chuparla?"

¿Podemos reducir el acto sexual a tan poco? ¿La vida es así? ¿Se puede hablar de que perdemos diariamente un lapso de tiempo, potencialmente productivo, tirados, inertes e inconscientes sobre alguna superficie semiblanda con los ojos cerrados...? ¡¡¡No!!!, estamos durmiendo ¿Se podría pensar que incorporamos por la faringe carbohidratos, vitaminas, minerales, grasas, etc, mediante repetitivos movimientos con los brazos?, ¡¡¡claro que no!!!, ¡¡¡qué lindo que es comer!!!

Vivimos como bien afirma la autora de la nota en un mundo atestado de carteles con mujeres (y también hombres, aunque menos) ofreciendo sus atributos en bandeja. En “plena era del erotismo mediático y los anticonceptivos”. Con propagandas insinuantes, con escotes y pectorales en todos lados.

Es una sociedad donde, como supo ver Foucault, de una búsqueda por rehabilitar al cuerpo y sus placeres, hemos caído en una permisiva carrera por placeres efímeros y artificiales. Los goces se transformaron en meros productos de la sociedad de consumo. Creemos comprarlos con un perfume, un auto, o algo de ropa.


"Es el placer que merece ser reivindicado, no el sofocamiento del placer en el mal sexo", dice el estudioso francés Philippe Grollet. Se trata, como vio Battaille, que lo vio en Nietzsche, que lo vio en Schopenhauer; de recuperar lo propio del ser humano que la racionalidad considera impuro y que la sociedad moderna oculta. De reconquistar la animalidad negada y sumarla a lo racional en lo que hoy nos movemos, para vivir plenamente la vida como la contracción irresoluble que es.

Pensar en el sexo como movimiento conjunto de tejidos nerviosos lo reduce a una actividad menor, mecánica y rutinaria. Así es como el placer se muere. Tapado por la costumbre y una racionalidad científica que le quita toda su esencia.

Por suerte, otros buscan en él mucho más que la mera "agitación de membranas". Si viven el sexo de esta manera, seguramente lo mejor sea dejarlo.






por Mariano Mancuso
Revista Alrededores

No hay comentarios:

buscador

Búsqueda personalizada

aguantan

Gaza nos duele

Gaza nos duele

blogs

hermanos

hermanos

blogs N - Z

blogs F - M

blogs CH - E

blogs A - C

incorregibles

incorregibles

en vivo

en vivo
clic en la imagen

medios y democracia

ilumina

ilumina
clic en la imagen

hijos de mierda mal nacidos

hijos de mierda mal nacidos