LANÚS LIBRE

Éramos tan jóvenes. Corría el año 1981, y la distadura militar ya no era tan temida o por lo menos, la violencia del aparato represivo estaba en retirada...

Empecé mi curso de teatro como una manera de usar mi libertad, de pelear con los milicos, de pensar sin mordazas, en un club de la calle Sarmiento en Lanús este. Era un atardecer cálido y yo había ido con ropa fina, pantalón de vestir, camisa y mocasines legítimos. Entrábamos al club por un pequeño hall: a la derecha un amplio salón donde los jubilados jugaban al dominó en unas mesas cuadradas para 4 y gritaban sin empacho alguno. También funcionaba el bar de la institución. A la izquierda la cancha al aire libre.

El lugar de la cultura y el arte era una canchita de basquet al descubierto y sin iluminación (donde hacíamos expresión corporal, en invierno te la regalo...), al fondo el escenario. Era una construcción de ladrillos revocados, una caja italiana de 4 o cinco metros de ancho por 3 de profundidad con una ventanita al costado que daba a... la carnicería. Es decir, la carnicería ventilaba por esa ventanita al escenario que a su vez ventilaba a la canchita, ¿qué tal? Cuando estábamos haciendo relajación, se escuchaban, por un lado: la sierra del carnicero cortando unos bifes, y por el otro, los viejitos del dominó peleando la final: "poné el doble 3".

Lo bueno es que era gratuito y pertenecía a la dirección de Cultura de la municipalidad de Lanus.


"Ionesco³"

Finalizando 1985, surgió la posibilidad de hacer teatro en el Centro Cultural Recoleta, en Junín 1930. Elegimos tres obras cortas de Eugene Ionesco (Los saludos, Escena para 4 personajes y La laguna) y nos pusimos a ensayar.
En una sala que es una iglesia o capilla reciclada, estrenamos la obra en enero de 1986. Nacía la Cooperativa Teatral Lanús Libre (CTLL) con un espectáculo que se llamó: "Ionesco al cubo"