Como un meteorito que atraviesa el cielo, Evita voló entre los corazones de los humildes. Fue un viaje corto, desde los 26 años hasta su muerte, apenas un suspiro en medio de los vientos de la historia.
Murió como Cristo, crucificada en el desprecio por los enemigos de la patria, los cipayos y los gorilas, los oligarcas y los oportunistas, los vendepatria y los contreras.
2 años antes de morirse, Evita comenzó a padecer ese bicho trágico que quería detenerla, como un milagro patético del Dios al que rezaban los chupacirios que pintaban paredes de odio inexplicable. Sin embargo, nada la detuvo, ni siquiera el cáncer y la muerte. Su pasión arrasó con todos los escollos. Hoy, a 58 años de aquello, sigue más viva que nunca...
Daniel Mancuso
4 comentarios:
Sigue más viva que nunca, y sigue jodiendo con su ejemplo a los descendientes de los que escribieron viva el cáncer...
Un Abrazo
Ayer veia aquellas imágenes en Canal Encuentro y la verdad, me la pasé llorando.
te invito a ver esto que hice.
http://www.youtube.com/watch?v=se12d_e5QEQ
lo acabo de ver, muy bueno,
abrazo
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