jueves, 13 de mayo de 2010

MARCOS LIBELO AGUINIS


Marcos Aguinis insulta en su invectiva constante a los millones de argentinos que, desde 2003, acompañamos el proyecto nacional peronista en el gobierno. Lo apoyamos con trabajo, ideas y esperanzas de un futuro con justicia social. Una patria en las antípodas de la que sueñan Aguinis y sus amigos reaccionarios del grupo Aurora (Félix Luna, Jorge Vanossi, Daniel Sabsay, Atilio Alterini, Horacio Sanguinetti, entre otros). Nos toma por idiotas y quiere instalar la idea de conciencias compradas, denostando a la Presidenta y todas las mediadas de su gestión y de la anterior de NK. En realidad, lo que sucede es que este proceso político que vive la Argentina despierta entusiasmo y amor a la Patria. Ellos no conocen el amor.


-¿Qué objetivos se propone el grupo Aurora?

- El grupo Aurora ha querido ser puesto en paralelo con algo que no tiene ninguna relación con nosotros que es Carta Abierta. Seamos claros: Carta Abierta es un grupo de intelectuales sostenido y pagado por el oficialismo y cuya misión es apuntalar al oficialismo. En cambio el grupo Aurora no representa ningún partido, es pluralista y está decidido a pensar el país y tratar de desplegar a través de sus comisiones un estudio sobre los diversos problemas que tiene la Argentina para ofrecer soluciones.

-¿Por qué la carta contra Horacio Verbitsky?

-Yo me abstuve de contestarle a sus reiteradas mentiras y calumnias que levantó en contra mío. Verbitsky usa la técnica de descalificar al adversario en lugar de debatir racionalmente las diferencias. Refutar calumnias es un trabajo frustrante y de nunca terminar porque las calumnias nacen de una ciénaga y Verbitsky en el barro se mueve cómodo, siempre se ha movido cómodo en esos lugares. Por lo tanto me resistí durante mucho tiempo a contestarle, pero cuando continuaba con lo suyo decidí contestarle de una sola vez, cerrando al mismo tiempo el debate porque tengo cosas más importantes en que ocuparme que contestarle a un hombre tan odiado por el gremio periodístico y tan descalificado por la opinión pública sana y democrática.


  • « Marcos Aguinis es un referente ineludible de la derecha que fantasea con un futuro sin retenciones a la soja, ni Estado fuerte, ni juicios a los genocidas de la dictadura. La derecha que, camuflada en el “fin de las ideologías”, dejó todo en manos del mercado y ahora considera la propagación de la pobreza como una plaga potencialmente criminal, a los juicios de los crímenes del Proceso como “revanchismo resentido” y a la expansión del Estado como si se tratara de una pandemia terminal.














  • » Marcos Aguinis abona esa teoría en su “panfleto”, donde condensa los lugares comunes del ideario anti-K. Y avanza sobre el doñarrosesco qué-barbaridad-así-no-va-más que los intelectuales de Carta Abierta tildarían de “destituyente”. Hay motivos para la sospecha: Aguinis integra el Foro del Bicentenario, un “espacio plural y abierto” a las posturas filorreaccionarias de Rosendo Fraga, Claudio Escribano y Mariano Grondona, entre otros. Como sus colegas foristas, Aguinis suele publicar sus artículos en el periódico conservador La Nación... »


El plan para atraer el voto de la clase media y media baja recurre a una técnica antigua que ahora adquiere impúdica virulencia. Supera las maldades del fraude, porque ni siquiera muestra su objetivo perverso. Considera a los electores como unos imbéciles que se domestican con pequeños regalos, de los cuales los subsidios constituyen el paradigma por excelencia. Vuelven a tener fuerza los espejitos de colores, que se han estado usando, y ahora se los usará con más intensidad. De este modo los dueños del Estado esperan conseguir una creciente alienación de vastas franjas sociales, para continuar siendo los dueños del Estado...

(...) Cuando pretenden hacernos creer que se despliega una política de inclusión y progreso, no se enrojecen. No existe tal propósito, porque ni siquiera se esfuerzan en demostrar que tienen una visión estratégica. Las incesantes iniciativas no responden a un plan serio, bien elaborado, sino a ocurrencias que sólo buscan retener los instrumentos del poder.
Tomemos como ejemplo uno de los espejitos de colores. Se refiere a las computadoras que se entregarán de forma gratuita a 3 millones de estudiantes. Este plan fue bautizado con un título pomposo: "Conectar - Igualdad". Ideológico. O falsamente ideológico. Suena bienintencionado y moderno. Pero esa iniciativa ya la puso en marcha el gobierno de San Luis con su "Sistema de Educación Tecnológica Digital" y la extensión de wi-fi a toda la provincia. Y luego la presentó también la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en su "Plan Integral de Informática Educativa"...
(...) Como ha señalado Jorge Rosales, el olfato de los demagogos a veces puede equivocarse. En efecto, ya se usaron los espejitos de colores en las últimas elecciones legislativas. Su discrecional reparto, con acento en el cinturón que rodea a la Capital Federal, no dio los resultados previstos. Pero el matrimonio gobernante no quiere reconocer que ese clientelismo les ha fallado. Al contrario, con su característica negación de la realidad, opina que no fue suficiente. Sigue obstinado en considerar a los electores argentinos como tarados que se pueden comprar con las maniobras usadas ante varios Borocotó, gobernadores, jueces, periodistas, empresarios, sindicalistas, intendentes, líderes barriales y jefes de piquetes. Pero, tras muchos años de embustes, una porción de ese electorado aprendió que le conviene aceptar los regalos y, cuando llegue al cuarto oscuro, votar por el que mejor le parezca.

  • « Marcos Aguinis es psicoanalista. O sea: es hábil con la palabra. La usa, la esconde, la expone, la achica, la estira. La manipula con destreza quirúrgica para tallar una idea o forjar una historia clínica. Porque Aguinis también es médico. O sea: ausculta, intuye enfermedades aquí y allá, escribe recetas. Porque Aguinis también es escritor. Y no uno cualquiera. En las últimas tres décadas se convirtió en el autor más leído de la Argentina. Sin ir más lejos, hoy tiene el raro privilegio de encabezar los rankings de ficción y de no ficción con sus últimos trabajos: la novela Ay Carmela y el ensayo ¡Pobre patria mía!, un manifiesto en contra del gobierno K ... »

Desde lejos, se oyen los ecos de la barriada domesticada: ¡Aguinis / compadre / la c... de tu madre!




Daniel Mancuso


2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad que estos discursos son repugnantes- habría que cortar por lo sano y enjuiciar a estos seudo pensadores como traidores a la patria -la condena debería ser ejemplar, en carcel común y no el destierro (como se hacía en la antigüedad) por que estos personajes sequirían complotando contra la mayoría del pueblo argentino. Convengamos que para este señor la noción de pueblo dista mucho de la concepción que tiene el resto de la sociedad argentina.

Anónimo dijo...

La foto de Aguinis en la SIP (organismo de empresarios que defienden sus intereses económicos pero no quieren la libertad de prensa) muestra a las claras de qué lado está el pensador hipócrita: piensa y escribe para los monopolios,
saludos,
Juan Esteban, Río Negro.

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