Estar decepcionado es la mitad de la historia, pero para el que le toca es toda la historia. Al otro le pasará otro tanto, en sentido inverso, y juntos serán las dos caras de la moneda envenenada del desengaño. Pero no están juntos, cada cual mide los daños y las consecuencias, y sufre de su lado. A veces, sufre uno solo. Amargo desencuentro, porque ves que es al revés... aunque suene exagerado, el sentimiento no teme a los desbordes.
No importa quién tiene la culpa, la decepción es un golpe artero al centro de la conciencia. Visto desde acá, es un tsunami emocional, una derrota que hiere el alma. Si la vida comprometida se juega a fondo, la frustración no puede ser tomada a la chacota. Y se te acostumbrás, estás perdiendo la batalla vital, la pelea por darle sentido a la existencia y no ser parte del cardumen idiota.
Es una experiencia que nadie quiere tener, como morirse. Sabemos que tarde o temprano nos tocará pero tratamos de evitar el mal trago. Cuanto más lejos mejor. Nadie está preparado para los sufrimientos que el desencanto nos provoca en las relaciones fallidas con nuestros congéneres. Quien diga lo contrario está mintiendo o le importa un carajo el otro. El ego es una mochila difícil de abandonar por ahí.
Tal vez, alguien piense en un hombre y una mujer, el amor y todo eso... pero las decepciones suenan en otros paisajes más extensos que una cama de dos plazas. Recorriendo a campo traviesa, los pozos inesperados machucan el ánimo a más no poder. No son producto de la fatalidad sino elecciones de un otro que configura su camino sin tenernos demasiado en cuenta. Ese descuído es una zancadilla tácita en nuestro rumbo, y nos lastima.
Cuando después de un análisis minucioso, la conclusión es inequívoca: me pasaste como alambre caído... no pudiste verme... soy transparente a tus ojos... no me tuviste en cuenta... el llanto es un dique que revienta para dejar que la pena encuentre su cauce y se aleje en la corriente del tiempo.
2 comentarios:
Y después de todo eso compañero, la libertá, que quiere que le diga.
Abrazo
ah.... los amores perros.
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