miércoles, 8 de febrero de 2012

MARTÍN








Dicen que en la cancha se ven los pingos. Error. Los pingos verdaderos se ven en todos lados. En el barro y en la alfombra. En las marchas y detrás del escritorio. En la batalla y en la gestión. Sólo los buenos se reciben de compañeros. La vida está llena de pelafustanes, zorros y zorritos, burócratas menores que transitan la avenida, mediocres que desfallecen, otros babean, serruchan, llegan de rodillas, medran incansablemente. Pero los pingos nobles reman y reman para llegar a la meta con la vista en alto y la dignidad reluciente.

A estos pingos, los enemigos del pueblo los odian sin pausa. Molestan. El talento y la coherencia son como una piedra insoportable en el zapato.

Martín García es un pura sangre. Al galope abrió la comunicación y la parte del Estado que le tocó conducir ─Télam─ para que todos nos apropiemos de lo nuestro, en este caso, la palabra. Y como en la multiplicación de los panes y los peces, se hizo el milagro popular, con una pequeñísima cantidad de alimento, fue capaz de dar de comer a toda una multitud.

Hay quienes luchan toda la vida, esos son los compañeros imprescindibles.


Daniel
Mancuso



5 comentarios:

  1. Éxitos!!

    (sin ninguna duda...)

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  2. Gran post Dani. lleno de sentimiento. abrazo

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  3. Tal cual lo describis. Un abrazo y le hago llegar esto a MG.

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  4. Tu post es excelente Daniel, como siempre, sin embargo su salida me (nos) deja perplejos, no tiene por ahora explicación. En el noticialista (http://www.elnoticialista.com.ar/2012/02/) se publicó una nota pero en la que tampoco hay explicación alguna, de seguro porque no la hay y probablemente no la haya nunca.
    Lamentable. Un abrazo

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  5. Tampoco entiendo el porqué de la salida del pingazo Martín García.
    Abrazo

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