Es cierto que ellxs son peligrosos, que quieren desestabilizar la democracia, que se sienten impunes, que los medios hegemónicos mienten y manipulan, que incumplen las leyes y se cagan en nosotrxs. Hay una manga de descerebrados que aplauden, cacerolean, odian, vituperan, son pensados, repiten como papagayos... Se juntan en fiestas clandestinas, en los bares chetos a tomar cerveza, en las playas. Es cierto que quemaron barbijos, negaron las vacunas, denunciaron al Presidente por envenenamiento, quieren las vacunas de Pfizer, no quieren las vacunas rusas, se van a vacunar a Miami... quieren muchos muchxs muertxs para después culpar al gobierno nacional y sacar rédito electoral.
Pero... lo que hace el enemigo es normal, lo que duele es la voz de Evita agitando nuestra conciencia: Le tengo más miedo al frío de los corazones de los compañeros que se olvidan de donde vinieron, que al de los oligarcas....
Lo que hacen los nuestros es intolerable.
El Presidente estatiza Vicentín, pero después recula en chancletas. El Presidente viaja a Europa para hablar con el FMI e intenta negociar cómo pagaremos la Deuda que nos estamparon... Nuestro gobierno democrático al cual votamos en 2019, sostiene un decreto que perjudica al pueblo argentino. El Presidente dictó un norma que permite la continuación de las políticas del Consenso de Washington de los años del menemato: la economía librada a las fuerzas del mercado (recortando el hinchado papel del Estado y dejarlo para la sola provisión de servicios públicos básicos), enajenando el patrimonio nacional, dejando en manos privadas nuestros mayores recursos destinados al comercio externo... Exportación de minerales, granos, productos industriales, a través de puertos, marina mercante, dragado, balizamiento, peajes... que también se dejan en mano privadas, que pronto acrecentarán el negocio vía el contrabando de nuestra producción.
¿Te das cuenta que el Decreto 949/20 nos condena igual o peor que la Deuda externa a 100 años que inventó Macri?
Siguen los pueblos fumigados con glifosato y otros venenos para que la soja desmonte y avance sobre los bosques y las tierra como una plaga verde que devora todo a su paso. Y crece el cáncer y las malformaciones en gentes olvidadas. Y sigue la lucha en Mendoza contra el cianuro de las mineras que enchastra los ríos y glaciares. Y sigue la resistencia en Chubut contra las megamineras y el gobierno que no cesa en sus intenciones rematadoras. Y sigue la Patagonia incendiada para que algunos se queden con esos paraísos del que son expulsados los pueblos originarios...
Y vemos otra vez los bombardeos del ejército genocida de Israel sobre la población Palestina que sigue muriendo. Y vemos Colombia que se levanta en las calles contra la injusticia. Y vemos al pueblo de Chile que quiere sacarse de encima la mugre pinochetista...
Y nosotrxs acá, con el barbijo puesto, vemos a lo lejos la luz del tren que viene de frente, se acerca, se acerca...
daniel
mancuso
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saludos cordiales