LA CELEBRACIÓN DE MARIO NO ES PA CUALQUIERA

 

  

  A veces, el celular arde. Esto de la tecnología y la distancia, de no verse las caras y sólo escribir tus ideas en un grupo con otras personas se ha extendido pero tiene sus problemas. A partir de poner una poesía de Mario Benedetti en una conversa de guasap se armó flor de quilombo. Es que murió un ministro, Mario Meoni, en un accidente de tránsito. La poesía era para él...

 

OBITUARIO CON HURRAS

 

Vamos a festejarlo

Vengan todos

Los inocentes

Los damnificados

Los que gritan de noche

Los que sufren de día

Los que sufren el cuerpo

Los que alojan fantasmas

Los que pisan descalzos

Los que blasfeman y arden

Los pobres congelados

Los que quieren a alguien

Los que nunca se olvidan

 

vamos a festejarlo

vengan todos

el crápula se ha muerto

se acabó el alma negra

el ladrón

el cochino

se acabó para siempre

 

hurra

que vengan todos

vamos a festejarlo

a no decir

la muerte

siempre lo borra todo

todo lo purifica

cualquier día

la muerte

no borra nada

quedan

siempre las cicatrices

 

hurra

murió el cretino

vamos a festejarlo

a no llorar de vicio

que lloren sus iguales

y se traguen sus lágrimas

 

se acabó el monstruo prócer

se acabó para siempre

vamos a festejarlo

a no ponernos tibios

a no creer que éste

es un muerto cualquiera

 

vamos a festejarlo

a no volvernos flojos

a no olvidar que éste

es un muerto de mierda.

 

Mario Benedetti

 

 

    El ministro no era cualquier persona, era el responsable de la aplicación del Decreto 949/20. A finales de abril, vence la concesión (privatización) que inició Menem en 1995. Podríamos recuperar nuestro río para lxs argentinxs, pero con el Decreto 949/20 sucede lo contrario: el Río Paraná, sus puertos, sus barcos, el peaje, el dragado, el contrabando, todo... sigue sin control estatal, en manos de las multinacionales, es decir, de la República Internacional de la Soja. Entonces el hambre y la pobreza seguirán creciendo en nuestro país, que ya ha perdido paulatinamente su soberanía y se encamina hacia una colonia prolija, dependiente del poder del capitalismo financiero. 

 

    Las multinacionales se han apoderado de nuestro Río Paraná y al convertirlo en "Hidrovía" dominan: la navegación, el comercio exterior; el contrabando de entrada y de salida... Para millones de compatriotas, lo que suceda a partir de la Reprivatización del Paraná será una condena a padecer enfermedades, desnutrición, analfabetismo, desocupación, inflación, y pobreza por varias generaciones.

 

    Para algunos, el ministro era un Caballo de Troya en el Gobierno nacional para implementar los planes estratégicos del imperio en la región.

    Para mis compañeres del chat, la poesía fue una ofensa, un despropósito:

 

• "Celebrar una muerte es desagradable, repudiable, deberías reflexionar sobre tus dichos"

• "Tal vez, algunas muertes no se lamentan, pero celebrarlas me parece un montón"

• "No comparto las expresiones de odio"

• "La verdad es una falta de respeto celebrar una muerte, este grupo se hizo para otra cosa no para esto"

 

    Querides: la poesía siempre es celebración de la vida. Aun la muerte, que es parte de la vida, merece la celebración. Celebrar es un acto de amor, es memorar para poner en relieve lo importante y compartir entre todxs la ceremonia colectiva. 

 

    Cada cual se detiene a mirar lo que le plazca. Al señalar la luna, hay quienes miran el dedo y se pierden la maravilla. Hay quienes, indignados, quieren matar al mensajero. Muchxs no queremos pibes condenados a la panza hinchada y las patas en el barro. 

 

Leónidas Lamborghini decía:

 

... los chicos mueren como moscas

los chicos mueren como moscas

-Distrofia: primer grado segundo grado tercer grado

la leche no la ven la carne no la ven

sopa

sopita

Distrofia: malamente

desnutridos: primer grado, segundo grado, tercer grado...

 

 

    También hay una ingenua hipocresía de quienes se conduelen ante la muerte de alguien que cinco minutos antes no hubiera dudado en perjudicar a millones con sus decisiones políticas...

 

    Si al señor X lo criticamos, lo interpelamos, o lo combatimos vivo, ¿cómo nos vamos a detener porque ha muerto? Sabemos que sólo habrá un cambio de figuritas. El plan sigue intacto.

 

    Así es la vida (y la muerte), ¿no es cierto, Mario?

 

 

Daniel Mancuso