sábado, 3 de diciembre de 2016

NOSOTROS O ELLOS









Algún día se sabrá la verdad. La desafortunada historia de un país en que un montón de desinformados, ignorantes, hipócritas, intolerantes, desaprensivos y soberbios, mediante un irracional voto suicida, le dieron el gobierno a un grupo de piratas cínicos para arruinarle la vida a todos y todas.

Es cierto, habrá en las crónicas una proliferación inusual de adjetivos, mas cómo complementar los sustantivos para calificarlos, y expresar características o propiedades atribuidas a los mismos, sin especificar o resaltar alguna de sus características, y así,  determinarlos, pues, con los adjetivos ya no se habla de cualquier persona, sino precisamente de una persona especial: el boludo, el individualista, el analfabeto político, el cipayo, el gorila. El adjetivo suele utilizarse para describir al sustantivo y darle identidad.

Habrán ellos y nosotros ─siempre los hubo. Ellos querían un cambio, nosotros sabíamos que volvería la tragedia: hambre, rapiña, desasosiego, tristeza, muertes evitables. Ellos votaron a los señores feudales para continuar siendo vasallos. Nosotros veíamos, asombrados, las traiciones, defecciones, falsificaciones, y escándalos cotidianos en medio de una increíble desidia generalizada. Era una farsa de la tragedia de la tragedia de la tragedia.

Será de intrincado análisis determinar por qué a plena luz del día los lobos asaltaban el gallinero patrio sin que nadie se ruborizara demasiado, y las denuncias se evaporaban, y los reclamos multitudinarios se desvanecían. O en verdad, era tan potente el cerco desinformativo, que lo que sentían, pensaban y padecían millones de seres humanos era neutralizado hasta desaperecer. La realidad era un espejismo formateado que se propalaba por la televisión y los diarios del régimen oligárquico que hacía y deshacía con desfachatada crueldad, mientras socializaba la ilusión de la Revolución de la Alegría.

La democracia representativa dio las muestras finales de su inutilidad para satisfacer las necesidades populares. El Sistema, la matrix, el capitalismo rapaz, que todo lo corroe y fagocita, había quedado al descubierto aunque muchos no lo advirtieran todavía. No tenían ninguna intención de habilitar la participación ciudadana en las decisiones fundamentales, y mucho menos, repartir la riqueza para equilibrar, mínimamente, la balanza. Depredaban el medio ambiente, el aire, la tierra, el agua, la vida. Ponían en riesgo la propia existencia humana. Nos metían la mano en la cartera de la dama y en el bolsillo del caballero. Pero había un consenso exitoso: una casta dirigente que se atrincheraba para salvar las conquistas de ellos, negociaban con otras corporaciones para sostener el statu quo del Mundo Titanic. Si siempre salieron indemnes de las grandes catástrofes, por qué no lo harían de nuevo, pensaban.

Ellos y nosotros convivíamos en el mismo territorio, pero no había amor, había conflicto caliente, una grieta grande, grande como 200 años de mentiras, y odio de clase dominante. Y los ecos del llamado fatuo al entendimiento y la unidad, un luminoso "Sí... Se Puede", un subproducto de la mercadotecnia electoral, un placebo democrático, un oxímoron berreta condenado al fracaso. 

Los corsarios de camisa sin corbata y sonrisa fácil tenían el dinero de sus robos históricos depositados en cuentas off shore, en Paraisos Fiscales. Tenían los políticos profesionales amaestrados, los jueces sicópatas, los fiscales obedientes, los medios hegemónicos hipnotizadores seriales, los empresarios adictos, los bicicleteros financieros, la soberbia impune. Jugaban con fuego. Repetían la historia. La historia mala. Pero se habían olvidado los finales tristes, inevitables: Julio César, Napoleón, Mussolini, Aramburu, De la Rua... 

Algún día se derrumbará el mito de que es más probable que llegue el fin del mundo, a que llegue el fin del capitalismo. Si algo habremos hecho.





Daniel
Mancuso



3 comentarios:

  1. 3 de diciembre: A 15 años del Corralito, el nuevo corralito de Macri y Cambiemos, ahora es invisible, pero peor que el de Cavallo, no sólo no tenemos plata sino que no tenemos trabajo, luz, agua, gas... etcétera... ¡¡HDRMP!!
    Julia

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  2. QUE FOTITO LA DE LOS MONIGOTES SONRIENTES EN LA PLAYA.

    MAS QUE LA SONRISA DE MANDELA, PARECE QUE INVITARON AL PRIMO DE PRATITO, CARBONCITO BLANCO Y SUS AMIGAS COCA Y LINA, Y TAMBIÉN INVITARON RE SEGURO A MARIA Y JUANA.


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    EL JEFE DICE QUE EL LIBRO LA SONRISA DE MANDELA ES DE LECTURA OBLIGATORIA, PERO MAS BIEN SE PONEN A VER COMO IMITAR LA SONRISA DE LA TAPA, QUE TRUUCHOS QUE SOOON.

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  3. Hace más de 40 (¡CUARENTA!) años, el entrañable grupo Sui Generis grabó, entre otros, este tema cuya letra (Charly García) transcribo:

    Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario, o no

    Yo era el rey
    De este lugar
    Vivía en la cima
    De la colina

    Desde el palacio
    Se veía el mar
    Y en el jardín
    La corte reía

    Teníamos sol
    Vino a granel
    Y así pasábamos
    Los días
    Tomando el té
    Ríendonos al fin
    ¿Por qué murió
    la gente mía?
    Yo era el rey
    De este lugar
    Aunque muy bien
    No lo conocía
    Y habían dicho
    Que atrás del mar
    El pueblo entero
    Pedía comida

    No los oí
    Que vil razón
    Les molestaba su
    Barriga

    Yo era su rey
    Así lo dijo Dios
    Yo era el amor
    La luz divina

    Yo era el rey
    De este lugar
    Hasta que un día
    Llegaron ellos

    Gente brutal
    Sin corazón
    Que destruyó
    El mundo nuestro

    Revolución
    Revolución
    Cantaban las furiosas
    Bestias
    La corte al fin
    Fue muerta sin piedad
    Y mi mansión
    Hoy es cenizas

    ¡Libertad!
    ¡Libertad!
    Yo era el rey
    De este lugar
    Tenía cien capas
    De seda fina
    Y estoy desnudo
    Si quieren verme
    Bailando a través
    De las colinas

    Cuando un gobernante se aleja de los gobernados, pierde legitimidad y esa pérdida de legitimidad, con el tiempo, inexorablemente lleva a su derrocamiento. Tratar de ideologizar esa situación lleva a aumentar la distancia de la realidad y a intentar generar una distracción para mantener una situación que en el tiempo será insostenible.

    Siempre es necesario el transcurso del tiempo. Pero siempre, al igual que el cordel, que se corta en su parte más delgada, cuando vaya aumentando el número de los que no tengan nada más para perder, especialmente después de los 12 MEJORES AÑOS DE LOS ÚLTIMOS 60, las consecuencias serán imparables.

    Pero, atención y cuidado, porque tampoco sabemos qué sobrevendrá al trueno del escarmiento.

    Abrazo.

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