¿Por qué me emociono de sólo pensarte? Sos una llama que invade mi alma dolida de pobrezas, propias y ajenas. La mágica caricia de tu voz (gastada por los años) me vibra en la piel y el estómago, en la mente y en el hígado, y me sube la furia de impotencia contenida por siglos de injusticias llovidas sobre nuestra gente inocente.
Sos mito santo que enarbola las batallas por venir, que son muchas. Sonrisa flameando en corazones indignados.
Si tuvieras 91, en este plano, ¿Qué dirías compañera?
Irías a las rutas a echar a los mercaderes, a recuperar las banderas mancilladas por las manos reaccionarias, a llorar sobre la leche derramada, a gritar en los micrófonos gorilas que devuelvan las escarapelas y el himno, que no son dignos hijos de esta tierra. ¡Que se vayan a la mierda! les dirías. Pero antes, que reitegren lo que es nuestro...
7 DE MAYO 1919 - EVITA - 26 DE JULIO DE 1952
33 años después de su nacimiento llegó a la inmortalidad.
33 años después de su nacimiento llegó a la inmortalidad.
« ¡Viva el cáncer!, escribió alguna mano enemiga en un muro de Buenos Aires.
La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente.
Ella los desafía hablando y los ofendía viviendo.
Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actríz de melodramas baratos.
Evita se había salido de su lugar.
La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos decían y maldecían.
Además Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso y al haraposo y daba paz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares de novia.
Los míseros recibían estas caridades desde al lado, no desde arriba, aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos de visón.
No es que le perdonaran el lujo: se lo celebraban.
No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus atavíos de reina.
Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos desfila el pueblo llorando.
Día tras día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de largo.
Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la tierra »
Eduardo Galeano.
Maravilloso post, Dani. Me emocioné hasta los mocos
ResponderEliminarEvita es mágica
ResponderEliminarbesos
Buen homenaje! Excelente el texto de Galeano (te lo copié...)Eva es parte del modelo!!! Recordemosla, porque es el ejemplo a seguir!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Hermoso Daniel.
ResponderEliminarun abrazo, querido compañero.
Gracias por esta emoción.
ResponderEliminarUn Abrazo