domingo, 15 de enero de 2012

LAS CORPORACIONES NO EXISTEN, MI AMOR






La famosa frase ¿Vos sos o te hacés? es ideal para interpelar al periodista argentino Marcelo A. Moreno, prosecretario de Redacción del diario Clarín, y semiólogo aficionado.

El gobierno nacional tiene un Moreno que defiende a la industria nacional y pelea contra los importadores inescrupulosos y otros poderosos factores del mercado.

El grupo Clarín tiene su Moreno, que como no podía ser de otra manera, es hijo de una pintora que al pasar por un cuartel se enamoró de un coronel... alcen la barrera para que pase la farolera y el niñito Marcelo A. Moreno... un curioso buceador de significados... que no los encuentra...

En su búsqueda por quedar bien con sus patrones, este Moreno se fue hasta el medioevo para buscar la etimología de sus desvelos ─siguiendo el proceder de Mariano Grondona que gusta viajar al pasado y escarbar los orígenes que justifiquen los desmanes del presente─ escribió una nota sobre el significado difuso de “Las corporaciones” en el lenguaje oficial. Preocupado como pocos, buscó y buscó en el diccionario pero no escontró satisfacción a sus dudas, y quedó más confundido que antes...



    «... En la historia encontramos a las corporaciones medievales, artesanos y comerciantes que se asociaban para hacer valer sus derechos. Y en la sociología -ver Guillermo O’Donell-, el término describe a grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos: los militares, la Iglesia, el sindicalismo y los empresarios.

    »Lo original del kirchnerismo es que la interpretación resulta tan imprecisa como indistinto su uso.

    »La Presidenta habla un día de la corporación sindical y otro de la corporación mediática, cuando no de la corporación del campo.

    »Y a un grupo periodístico que alucinan como enemigo -éste, el Grupo Clarín - también le asignan el término de corporación. Es decir, que el concepto polifuncional que indica al objetivo demonizado se puede utilizar con cualquier conjunto de cualquier naturaleza. Hoy o mañana se podrá señalar a la corporación médica, ganadera, policial, farandulera, política o farmacéutica.

    »Se sabe que cuando un concepto se puede aplicar a cualquier cosa equivale a nada. Pero justamente esa vaguedad equívoca sirve para aplicarlo a todo. Y esa misma vagarosidad descubre lo que es, en forma y fondo: simplemente, un arma política...»


En definitiva, este Moreno, que trabaja para una corporación aunque no sabe qué es una corporación ─o se hace el boludo─, cierra su nota con la premisa indicada por "los de arriba": el kirchnerismo armó una nebulosa discursiva y simbólica donde coloca a sus enemigos imaginarios para gobernar de modo autoritario y excluyente. Como Stalin, como Hitler, ¿vio?

Para el prosecretario de Redacción del Diario Clarín no existen «grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos» que pretendan torcer el rumbo trazado desde 2003.

Es decir, para este Moreno: ni los 100 días de cortes de rutas de los Agrogarcas, ni el boicot legislativo del grupo A en connivencia con los multimedios destituyentes Clarín y La Nación oponiéndose a las leyes democráticamente votadas en el Congreso nacional, ni las patotas sindicales de la burocracia duhaldista son «grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos».

En honor a la verdad, han sido siempre
«grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos». Ahora, con Néstor primero, y Cristina después, la taba se dio vuelta. Las cosas empezaron a cambiar.

Falta mucho pero mucho se hizo a contramano de los dictados de los poderosos «grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos».

Y mientras nosotros trabajamos, estudiamos y soñamos por un país más justo e inclusivo, nuestros cipayos «grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos» intentan volver atrás, seguir las recetas de los gobiernos europeos para calmar a los bancos, a los organismos internacionales, a los fondos buitres y a los grandes «grupos de poder, influyentes en los gobiernos argentinos» de otras latitudes.

Pero el periodista argentino Marcelo A. Moreno, prosecretario de Redacción del diario Clarín, y semiólogo aficionado, no se enteró..

¡Despiértese, Moreno! ¡carrera mar...!




Daniel Mancuso





3 comentarios:

profquesada dijo...

Buenísimo Mancuso, no existen corporaciones, solo en argentina se habla de ellas, no existe la corporación industrial-militar en los EEUU, no existe su representante en el gobierno de Bush el señor Chenney. Para ser un ignorante no se necesitan estudios basta con trabajar para Clarín, no hay más que ver a sus periodistas, incluidos los "expertos" como el señor Lobo o ese otro que a veces escribía para La Nación cuyo fucking nombre no recuerdo in this moment.

Muy Bueno Mancuso. Abrazo

daniel mancuso dijo...

Gracias, Profe, un abrazo grande grande como las corporaciones...

Anónimo dijo...

Es evidente que se hace el distraído al igual que Nelson Castro, Bonelli y ahora Lanata también incorporado al grupo de Periodistas "Independientes".

El asunto de las corporaciones resulta interesantísimo, recuerdo una vez haber visto la 1º parte de una documental "La Corporación" de tres capitulos, realizada por yankees, que estaba bastante bien, la cosa más o menos decantaba en que los ingenuos CEOs de estas, disfrutaban una semejante vida que nunca tomaban conciencia de las consecuencias nefastas que tenían ciertas decisiones muy correctas desde la lógica de los mercados pero siniestras desde lo humano, un día de estos la sigo mirando pasa que hay que estar con pilas para verla por que te tira los ánimos para atrás sino..

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