martes, 18 de octubre de 2011

TRISTEZA NãO TEM FIM








No es grato que la gente sufra. A nadie le gusta la pena ajena, pues nadie es feliz frente a otros que padecen desolación y congoja. La frustración es un sentimiento negativo, perjudicial, sufre quien soporta la carga, y sufren quienes lo rodean.

Bregamos por una sociedad feliz, cada día. Debemos evitar los trastornos del estado de ánimo, y sus síntomas habituales: el abatimiento y la infelicidad, el escepticismo crónico y la abulia, la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o el trastorno del humor; todos venenos que disminuyen el rendimiento en el trabajo, opacan el deseo sexual y limitan la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida.

Pero en el caso de La Nación, y sus periodistas independientes (como sucede con el afamado Fernando Laborda) podemos conocer la causa de sus males. Sólo hay que leer las notas que escriben...


    «Con mucha pena y nada de gloria. Así está concluyendo la campaña electoral para los candidatos presidenciales de la oposición, cuyo representante con mayor intención de voto se ubica, de acuerdo con distintas encuestas, a una distancia de entre 35 y 40 puntos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

    »Los errores de los principales dirigentes de la oposición quedaron en evidencia en las elecciones primarias de agosto y hoy se advierten con más claridad aún. Antes de agosto, podía concluirse que si cuatro o cinco candidatos creían al mismo tiempo que cada uno de ellos se hallaba en condiciones de disputar con alguna chance de éxito la presidencia de la Nación era exclusivamente porque la mayoría de ellos estaba cometiendo un severo error de cálculo.

    »Las últimas encuestas revelan algo aún más doloroso para todos esos postulantes: ninguno de ellos podía disputar siquiera un hipotético lugar en el ballottage, por una simple cuestión de imagen pública».


De todos modos no todo está perdido, Laborda. Peor sería que no hubiera salida. Pero Hay. Que la oposición no les ofrezca posibilidades de triunfo no implica que no haya probabilidades de éxito, en un país que crece y dignifica a sus ciudadanos. Hay. El 14 de agosto hubo 10.000.000 de razones para creer que se puede ser feliz. Cuando el huracán Cristina arrasó todo a su P.A.S.O. demostró que hay un rumbo, un presente y un futuro dignos de ser vividos con alegría.

Vamos, Fernando Laborda, anímese... y cantemos...






Es ya, es acá, es tuya y es ahora, Laborda. El domingo 23/10, ya sabés...



Daniel Mancuso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La linda fotito del Sr. Laborda en su artículo publicado por La Nazión parece la de un exitoso yuppie.
Por lo que escribe, sólo debe estar sonriente en esa foto. Su realidad, achacable según sus palabras a los errores y a la ineficiencia de los candidatos de la oposición, debe ser mucho más frustrante.
JAMAS se le ocurriría - tanto a él como al resto de los periodistas independientes militantes - asumir la parte importante del estruendoso fracaso. En realidad, la comparsa ridícula y plástica a la que quedó reducida "la oposición" tiene como principal motivo el haber sido sin expresarlo abiertamente, representante de los intereses de quienes JAMAS DIERON LA CARA, y que impulsaron al conjunto de cómicos sin gracia ni simpatía para salir al ruedo y "acabar" con el régimen de los K.
Les salió mal. Todos los autitos chocadores quedaron dados vuelta con las rueditas para arriba.
Parece que recién están advirtiendo a QUÉ se estaban enfrentando. No solamente a un GOBIERNO (con mayúsculas), sino también a más de la mitad DE UN PUEBLO que parece que, POR FIN, reencontró la brújula que funciona bien.

Saludos
Tilo, 70 años.

daniel mancuso dijo...

impecable, coincido, como siempre Tilo, abrazo

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