No veo un carajo, ¿Dónde puse los lentes de leer? A ver, a ver, estas letritas, esta pantallita, mmm... AGENDA... acá tá... bueno, vamos a escribir un poco:Las cosas marchan bien. Todos hablan de mí y eso es bueno, me nombran en cualquier tema que tenga que ver con Buenos aires, un golazo de Riquelme...
Me pegan porque hice poco y nada de lo que prometí. Dicen que mi gestión muestra las mismas falencias que, durante la campaña, critiqué a mis antecesores, pero con el agravante de que la menor ejecución presupuestaria y de realizaciones es la de Educación, Salud y Políticas Sociales. Y bueno, Eso no mide, no da votos, necesito mucho show mediático, lo del doble carril anda bien; mucho humo, mucho escándalo, todos me nombran. Y gasto cero.
Ya tengo casi un año y medio de haber asumido la jefatura del Gobierno porteño, Y Gaby gana en Junio, je, pum para arriba. Encima en Gran Cuñado me tratan bién, Marcelo es un amigo...
Hay que seguir con las obras de gran visibilidad, aunque tengan poco impacto social y productivo, es por ahí.
Sí, sí, hay una enorme desinversión en infraestructura, ¿y qué? Sí, sí, la Ciudad tiene recursos, pero decidí direccionar los fondos hacia proyectos de menor envergadura para mostrarme. Soy el jefe, ¿No? La Ciudad es como un espectáculo, como una obra de Pepito Cibrián, mucha luz, mucho color: Hay que sostener en el tiempo la inversión en calzadas, veredas y espacios verdes en detrimento de las áreas de salud, educación y vivienda. Eso vende, brilla, parece una ciudad pujante.
Los números, bien: el gasto en Educación con respecto al total del presupuesto, pasó de un 25%, en 2008, al 24,5%, en 2009. Allí van los pobres, así que, está bien reducir. Ahora bien, dentro del área, hicimos un incremento de $200 millones para subsidiar la Educación privada, transferencia del sector público que rondará los $700 millones hacia fines de este año. Esos padres me votan.
Además, todo limpito, llevamos pagados $1000 millones por el servicio de recolección de residuos, para este año.
Tenemos una renta anual por habitante que ronda los u$s 23.000. La Ciudad de Buenos Aires es el distrito que muestra mayor riqueza en el país. Una situación privilegiada que se traduce en un aporte de poco más del 25% al producto bruto interno. Pero no pienso avanzar con las obras proyectadas para la red de subterráneos, eso no se ve, está bajo tierra.
Mi gestión va a avalar la transferencia de recursos públicos al sector privado. Lo público no funciona. Que las cosas la hagan los privados, y que dejen un vueltito para nosotros, punto. Hicimos pagos extraordinarios durante los últimos 3 años a las empresas concesionarias del servicio de recolección de basura. Unos 172 millones de pesos por fuera de los contratos. Un 60% del presupuesto para infraestructura escolar. Un negocio que no tiene desperdicio. Todos contentos.
Me criticaron por el bajo nivel de ejecución del presupuesto que registró mi administración durante el año pasado. Bueno, vamos a seguir así durante 2009. Vamos a seguir con la subejecución. El gasto en infraestructura de alto impacto no pasará del 20% de los recursos asignados, unos $3.400 millones, más o menos, originalmente previstos para obras públicas. No me interesa el gasto público, a ver si se entiende, ¿a quién beneficia? ¿A los negros del conurbano, a los bolivianos, peruanos, indocumentados? Minga.
En el área de salud, por ejemplo, cerramos pabellones en los hospitales neuropsiquiátricos Borda y Moyano. No hicimos las obras de infraestructura elementales y, ahora, vamos a clausurar instalaciones. Demasiada guita para unos cuantos loquitos. Que se vayan a su casa.
Vamos a llegar a registrar el más bajo nivel de inversión en obras públicas de toda la historia de la ciudad. Hay un déficit de 600 millones de pesos que se generó el año pasado. Si le sumamos la caída de la recaudación por el menor nivel de actividad, el ajuste en obra pública debería rondar los 1000 millones, incluso si consigo vender los terrenos de Catalinas, los 3 predios ubicados sobre las avenidas Córdoba y Alem. Un total de 15.000 metros cuadrados valuados en $300 millones, alrededor del 70% de los recursos de capital estimados por mi gente.
El año pasado la legislatura le entregó al Ministerio de Hacienda una herramienta excepcional: la facultad de realizar contrataciones directas para solucionar problemas edilicios en los establecimientos educativos. Ejecutamos apenas el 54% del presupuesto.
Néstor Grindetti, en el Ministerio de Hacienda es un genio. Por un lado, difiere el pago de los aportes patronales; por el otro, compra tiempo abonándoles a los contratistas parte en efectivo y parte en bonos. El pago con bonos a los proveedores será, fundamentalmente, a las pequeñas y medianas empresas que no tienen capacidad para autofinanciarse. Así, las únicas que podrán ser proveedoras del estado son las empresas grandes.
Los maestros son unos vagos, paro y paro y paro, estan haciendo un kilombo bárbaro, así que no les vamos a depositar los aportes jubilatorios en la AFIP, son unos 500 millones que nos ahorramos, je, en el recibo aparece el descuento pero nosotros no lo depositamos... Más guita para avisos y publicidad.
Algunos insisten con un desacople estructural e histórico entre los grandes patrimonios urbanos y su contrapartida en términos fiscales. Ponen el acento en los stocks de riqueza existentes y el carácter, que definen como “reaccionario”, de la posición fiscal. En el distrito están las construcciones más caras del país. Las valuaciones fiscales, tanto de la tierra como de los inmuebles, nada tienen que ver con las valuaciones de mercado. Obviamente, no voy a encontrar solución a un problema que jamás se planteó. No me voya meter con eso.
De a poco, se harán sentir cada vez con mayor fuerza la falta de recursos destinados a Educación y Desarrollo Social. En el diseño del presupuesto no tendremos en cuenta la posibilidad de una mayor demanda social por efecto de la desaceleración económica. Que se vayan a vivir a la provincia. Somos los Cacciatore del siglo XXI. Abajo el gasto social. Abajo las huertas Orgázmikas.
THE END.
Daniel Mancuso
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